México (AFP) – La exfiscal venezolana Luisa Ortega, quien dejó su país alegando ser víctima de una persecución política por parte del presidente Nicolás Maduro, llegó este jueves a México, cuyas autoridades han desafiado abiertamente la política del mandatario.
«En México, con el Procurador General de la República, Raúl Cervantes Andrade, coordinando acciones para la lucha contra la corrupción», publicó Ortega en su cuenta Twitter junto a una foto con el funcionario.
La exfiscal y chavista disidente llega a México después de haber pasado por Colombia, Brasil y Costa Rica, en lo que ella llama una «cruzada» continental para presentar pruebas de abusos del gobierno de Maduro y buscar apoyo para restaurar el orden democrático en su país.
Ortega, de 59 años, rompió con Maduro a finales de marzo tras denunciar una ruptura del orden constitucional a raíz de decisiones judiciales contra el Parlamento de mayoría opositora, y el 5 de agosto fue destituida por la Asamblea Constituyente que rige el país con poderes absolutos.
A mediados de agosto, la exfiscal huyó de Venezuela tras la instalación de la Asamblea Constituyente propuesta por Maduro, en medio de una crisis política y económica que alcanzó su punto más tenso con las protestas contra la Constituyente, que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio.
El gobierno de México, junto con Colombia y Estados Unidos, es uno de los más críticos de Maduro y uno de los principales promotores de una discusión sobre la crisis en Venezuela en la Organización de Estados Americanos.
«Cobarde es quien usa el poder del Estado para desmantelar la democracia y arremeter contra su propio pueblo», escribió en Twitter a principios de agosto el canciller mexicano, Luis Videgaray, luego que Maduro calificara al presidente Enrique Peña Nieto de «empleado maltratado» de Estados Unidos.
México también se sumó a otros países latinoamericanos, Estados Unidos y la Unión Europea, en el desconocimiento de la Asamblea Constituyente.
Según Ortega, Maduro se convirtió en un «dictador», mientras que para el mandatario socialista la rebelde exfiscal forma parte de un plan, junto con la oposición venezolana y Estados Unidos, para generar caos en Venezuela y derrocarlo.
En sus viajes por Latinoamérica, Ortega ha hecho diversas acusaciones contra Maduro, entre ellas que desvió entre ocho y 10 millones de dólares del fisco nacional en una operación que vinculó con el escándalo de corrupción de la empresa brasileña Odecrecht, y que su gobierno habría contratado «sicarios» para atentar contra su vida y la de otros fiscales que pretenden denunciar abusos.
Maduro respondió a las acusaciones, anunciando que pedirá a Interpol una orden de captura contra Ortega y su esposo, el diputado Germán Ferrer.