Nueva York (AFP) – El presunto narcotraficante hondureño Geovanny Fuentes Ramírez, acusado por la justicia estadounidense de conspiración para introducir cocaína en Estados Unidos con la ayuda del presidente de Honduras, es juzgado desde este lunes en una corte federal de Nueva York.
El juicio puede tener implicancias para el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, que es señalado por fiscales estadounidenses a cargo del caso como «co-conspirador» de Fuentes en el envío de toneladas de droga a Estados Unidos, pero no ha sido inculpado ante la justicia.
Fuentes, acusado de tres delitos de narcotráfico y porte de armas para llevar a cabo delitos de trafico de drogas, entró a la sala de la corte del distrito sur de Manhattan de mascarilla, pantalón gris y camisa celeste, sin corbata.
Inmediatamente, el juez Kevin Castel anunció que había recibido una carta «alarmante» de los fiscales señalando que un hijo de Fuentes se comunicó con la pareja de un testigo cooperante, algo «que puede ser interpretado como interferencia, amenaza o intimidación» del testigo.
Castel advirtió que esta conducta puede ser castigada y resultar en nuevos cargos por obstrucción de la justicia contra Fuentes o incluso un aumento de su sentencia si es hallado culpable.
El juez dio inicio luego a la selección de los 12 integrantes titulares del jurado y varios suplentes, tras lo cual comenzarán los alegatos iniciales de la acusación y la defensa. Castel anticipó que el proceso durará unos 10 días hábiles.
Documentos presentados por la fiscalía señalan que Fuentes, arrestado el 1 de marzo de 2020 en Miami, pagó «decenas de miles de dólares» en sobornos a Hernández a cambio de una promesa de protección y apoyo militar para su negocio de narcotráfico en 2013, cuando éste era presidente del Congreso y candidato a la presidencia.
«Droga en las narices de los gringos» –
En los documentos, los fiscales identifican a Juan Orlando Hernández, de 52 años, como «CC-4» (co-conspirador 4) del acusado, y aseguran que ayudó a Fuentes a enviar cocaína a Estados Unidos, usando como intermediario a su hermano menor, Juan Antonio «Tony» Hernández.
Tony Hernández, de 42 años, fue hallado culpable de narcotráfico «a gran escala» en Nueva York en octubre de 2019, y su sentencia, aplazada varias veces, está prevista para el 23 de marzo.
Puede ser condenado a una pena máxima de cadena perpetua.
Su abogado durante el juicio, Melvin Bonilla, fue asesinado el jueves pasado en Honduras por hombres armados.
En una reunión con Fuentes, según los fiscales, «CC-4 dijo que quería hacer que la agencia antidrogas estadounidense (DEA) pensara que Honduras estaba combatiendo el narcotráfico, pero que en realidad eliminaría la extradición e iba a ‘meter la droga en las narices de los gringos'».
«El acusado (Fuentes) estaba entusiasmado de contar con la protección de CC-4 y acordaron trabajar con CC-4 y su hermano (Tony) para importar cocaína a Estados Unidos», señaló el documento de la fiscalía.
Durante el juicio de Tony Hernández, un testigo contó asimismo que presenció una reunión en 2013 donde el exjefe del cartel de Sinaloa Joaquín «Chapo» Guzmán entregó un millón de dólares en efectivo al acusado para la campaña presidencial de su hermano José Orlando.
«Llave mágica de mentiras» –
El presidente de Honduras, un abogado que asumió el cargo en 2014 y está en su segundo mandato, niega todas las acusaciones y se presenta como un adalid en el combate contra el narcotráfico y las violentas pandillas que siembran terror en la empobrecida Honduras.
El lunes aseguró en su cuenta de Twitter que los testigos cooperantes en el juicio que le acusan prestarán «falsos testimonios» para vengarse por su lucha contra el narcotráfico y reducir sus penas de cárcel en Estados Unidos.
Uno de los testigos cooperantes es Devis Leonel Rivera Maradiaga, líder del cartel Los Cachiros.
«Mantendré alianza internacional en lucha antinarcotráfico hasta mi último día de presidente el 27 de enero 2022. Pero si narcos con la llave mágica de mentiras ganan beneficios de USA por falsos testimonios, la alianza internacional colapsaría con Honduras luego con varios países», escribió Hernández.
Durante el juicio de Tony Hernández en Nueva York testigos también dijeron que el expresidente hondureño Porfirio Lobo (2010-2014) había recibido sobornos de narcotraficantes a cambio de protección.
El hijo de Lobo, Fabio, fue condenado en 2017 en Nueva York a 24 años de cárcel por narcotráfico.