Los Angeles (AFP) – Un tribunal federal de California ratificó este jueves su decisión de mantener en custodia al expresidente peruano Alejandro Toledo para evitar que se fugue durante su proceso de extradición para responder ante la justicia de su país por el caso Odebrecht.
«Previamente ordené la detención por el riesgo de fuga», indicó el juez Thomas S. Hixson, según la grabación de la audiencia en San Francisco. «En ausencia de circunstancias especiales, he considerado a fondo los argumentos de la defensa (…) y he señalado que se niegue la reconsideración».
Toledo, que gobernó Perú entre 2001 y 2006, fue arrestado el 16 de julio en Estados Unidos con fines de extradición, acusado por la fiscalía anticorrupción de su país de haber recibido 20 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht para que le otorgara la licitación de la carretera Interoceánica, que llega hasta Brasil.
Hixson hizo referencia a los 40.000 dólares en efectivo hallados en una maleta al momento de su arresto y a sus «conexiones» que podrían ayudarlo a escapar a Israel, que no tiene tratado de extradición con Perú.
«Estoy tratando con una persona (…) que podría tener personas a su alrededor con activos significativos y conexiones con individuos de alto rango en otros países adonde potencialmente podría ir», señaló el juez.
Tras el anuncio de la decisión, la esposa de Toledo, Eliane Karp, que tiene nacionalidad israelí, exclamó en inglés: «¡Lo están matando!» antes de que la sacaran a rastras de la sala, según reportes del diario El Comercio.
– «Exorbitante» –
Graham Archer, el abogado asignado por la corte a Toledo, que de nuevo vestía el traje de presidiario rojo, cuestionó por su parte las condiciones en las que se encuentra su cliente.
«Permanece en lo que parece un confinamiento solitario», criticó el abogado. «No tiene contacto humano con nadie más que conmigo y con los agentes de la cárcel. Lo encadenan a su cintura mientras lo transportan a y desde su celda en todo momento».
El juez ordenó revisar estas condiciones y rechazó la oferta de la fiscalía de unirlo a la población general del penal de Santa Rita.
Tratando de desestimar el riesgo de fuga, que la fiscalía defiende, Archer dijo que Toledo tuvo oportunidad de huir en otras oportunidades previas a su arresto y no lo hizo.
«Estuvo al tanto de las acusaciones e intentos de extradición desde febrero de 2017 cuando su situación financiera era mucho mejor que ahora, tenía un pasaporte válido y no huyó», destacó el defensor, que había pedido libertad bajo fianza de 1 millón de dólares y un monitoreo con GPS.
La fiscal Elise La Punzina desestimó la oferta de fianza, asegurando que los fiadores tenían mucho más dinero que lo ofrecido y la pérdida no representaría mayor impacto en sus finanzas si huía. El juez indicó además que la corte no estaba interesada en ganar dinero sino en no perder al expresidente.
La Punzina dijo además «hay millones de dólares de los que se desconoce su paradero» pertenecientes a Toledo y consideró «exorbitante» los 6.400 dólares que pagaba en renta, poco después de que Archer dijera que la familia vivía de manera austera desde hacía años. «No puede decirle a la corte que no tiene bienes», señaló la fiscal.
La próxima audiencia está prevista para el 17 de octubre.