Bogotá (AFP) – Un alto tribunal en Colombia retiró este viernes la investidura parlamentaria de Iván Márquez, número dos de la exguerrilla FARC, en un fallo de primera instancia que allana la «muerte política» del también exjefe negociador de paz.
El Consejo de Estado alegó que Márquez – cuyo paradero se desconoce – nunca asumió el escaño que le reservaba el acuerdo de paz que terminó con medio siglo de lucha armada de las FARC.
La corte «resolvió decretar la pérdida de investidura del señor Luciano Marín Arango, conocido como Iván Márquez», porque «sin causa justa» o «fuerza mayor» no tomó posesión de de su curul en el Congreso, explicó a los periodistas la presidenta del Consejo de Estado, Lucy Bermúdez.
El exguerrillero declinó jurar como congresista para el período 2018-2022, aduciendo inseguridad y falta de garantías tras la captura con fines de extradición del líder rebelde Jesús Santrich, acusado en Estados Unidos de narcotráfico y cuya excarcelación fue ordenada hace dos semanas por la Corte Suprema de Justicia.
Márquez abandonó hace casi un año su proceso de reincorporación social y económica. Tampoco ha comparecido ante la justicia de paz que investiga los peores delitos cometidos durante el conflicto, por lo que también podría perder los beneficios penales derivados del pacto de paz de 2016.
Sin embargo, ha enviado varios mensajes públicos en los que ha considerado como «un grave error» la «dejación de armas» frente a los incumplimientos que le achaca al Estado y el asesinato de más de un centenar de excombatientes desde la firma de los compromisos.
Márquez aún puede apelar la decisión del Consejo de Estado o interponer un recurso de amparo. Aunque si la decisión queda en firme nunca más podrá presentarse a un cargo de elección popular.
La pérdida de investidura implica «la muerte política», dijo a la AFP el expresidente del Consejo de Estado Gustavo Gómez.
Sin ofrecer pistas sobre su ubicación, el exjefe rebelde reaccionó al fallo en Twitter: «Mientras respire, siempre tendré vida política».
Los jueces tendrán que definir igualmente si el ahora partido FARC pierde uno de sus diez escaños en el Congreso por cuenta de la decisión contra Márquez.
El caso del exjefe guerrillero causó un cisma en el partido surgido de los acuerdos de paz.
«Él tomó una decisión unilateral, sin consultar con la dirección del partido, de manera que nosotros (…) lo que hemos insistido es que vamos a seguir dando la pelea dentro de los marcos legales por la implementación del acuerdo», señaló este viernes Julián Gallo, también conocido como Antonio Lozada, senador de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).