Naciones Unidas (Estados Unidos) (AFP) – El secretario general de la ONU urgió el viernes al gobierno venezolano de Nicolás Maduro a «no usar la fuerza letal contra manifestantes», en la víspera del plazo impuesto por el líder opositor Juan Guaidó para la entrada de ayuda humanitaria extranjera al país.
Guaidó, líder de la Asamblea Nacional venezolana y reconocido por Estados Unidos y medio centenar de países como presidente interino de Venezuela, asegura que la ayuda humanitaria extranjera entrará este sábado a Venezuela, cueste lo que cueste.
El presidente Maduro, apoyado por Rusia, rechaza la ayuda y asegura que ésta es el inicio de una acción militar para derrocarle, liderada por Estados Unidos.
«El secretario general urgió a las autoridades venezolanas a no usar fuerza letal contra los manifestantes», indicó el despacho de Antonio Guterres en un comunicado.
Guterres dijo que la ONU «seguirá actuando de acuerdo a los principios humanitarios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia, trabajando con las instituciones venezolanas para asistir a las personas que lo necesitan».
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El jefe de la ONU también recibió el jueves al secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, y le llamó a «evitar la violencia» en Venezuela, indicó su portavoz, Stephane Dujarric.
Dos indígenas murieron y 15 quedaron heridos en un enfrentamiento con militares venezolanos en la zona fronteriza con Brasil cuando trataban de impedir que los soldados bloquearan una carretera para el ingreso de ayuda humanitaria, informó Kapé Kapé, una organización de derechos humanos.
Aunque accedió a los pedidos de reuniones de Pompeo y Arreaza, Guterres resiste a las presiones para tomar partido y se limita a ofrecer sus buenos oficios para alcanzar una solución negociada a la crisis en Venezuela.
– «Frenar una guerra» –
Tras reunirse con Guterres, el canciller venezolano celebró el viernes en la ONU una reunión con diplomáticos de unos 60 países que apoyan al gobierno de Maduro en las Naciones Unidas, entre ellos China, Rusia, Corea del Norte, Irán, Cuba, Bolivia y Nicaragua.
Estos países crearon un grupo a instancias del gobierno de Maduro para defender los principios de la Carta de la ONU y rechazar toda injerencia extranjera en sus Estados.
«Creamos este grupo para frenar una guerra», dijo Arreaza a periodistas tras la reunión.
«Hoy es Venezuela, pero ya el presidente Trump decía que en su lista está Cuba, que en su lista está Nicaragua. Nosotros no podemos permitir que esto ocurra», agregó.
El presidente Donald Trump asegura que «todas las opciones» están abiertas en Venezuela.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, se declaró «muy preocupado» de que este sábado «pase algo que desate eventos impredecibles» en Venezuela.
«Veremos qué pasa mañana (sábado), pero rezo para que no pase nada. Rezo para que no haya violencia. Rezo para que esto no sea el comienzo de una guerra civil en Venezuela», dijo Nebenzia a la prensa tras la reunión convocada por Arreaza en la ONU.
«Este no es un tema ideológico, este no es un tema político, este es un tema (…) de si estamos a favor de la guerra o a favor de la paz», dijo por su lado el embajador de Bolivia, Sacha Llorenty.
– Proyectos de resolución opuestos –
En el Consejo de Seguridad de la ONU aguardan discusión dos proyectos de resolución sobre Venezuela presentados a inicios de febrero, uno por Estados Unidos y otro por Rusia. Ninguno de los dos miembros permanentes del Consejo ha convocado aún a votación.
El proyecto estadounidense llama a facilitar una ayuda humanitaria internacional y a organizar elecciones presidenciales en Venezuela.
El proyecto de Rusia denuncia las amenazas de uso de la fuerza contra el gobierno de Maduro. Confrontado a una fuerte representación europea que apoya a Guaidó en el Consejo -Francia, Reino Unido, Alemania, Bélgica, Polonia-, el texto ruso no dispone de los nueve votos necesarios para ser adoptado.
Venezuela atraviesa la peor crisis de su historia moderna, con una aguda hiperinflación y escasez de alimentos y medicamentos. Unos 2,3 millones de venezolanos han emigrado desde 2015, según la ONU.
Los países que apoyan al gobierno de Maduro en la ONU son Argelia, Angola, Antigua y Barbuda, Azerbaiyán, Bangladés, Barbados, Baréin, Belize, Bielorrusia, Benín, Bolivia, Burundi, Camboya, China, República Democrática del Congo, Cuba, Corea del Norte, Domínica, Yibutí, Egipto, El Salvador, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Etiopía, Gambia, Grenada, India, Indonesia, Irán, Kazajistán, Kenia, Laos, Malasia, Mauritania, Mozambique, Birmania, Namibia, Nicaragua, Pakistán, Palestina, Filipinas, Rusia, San Vicente y las Granadinas, Senegal, Singapur, Sri Lanka, Sudáfrica, Sudán, Sudán del Sur, Surinam, Siria, Tanzania, Tailandia, Tayikistán, Turquía, Turkmenistán, Uganda, Uzbekistán, Vietnam, y Zimbabue.