Roma (AFP) – Italia contrató a cerca de 500 médicos cubanos para trabajar a partir de septiembre en Calabria, en el sur de la península, de manera de compensar la falta de personal médico, una medida que ha generado polémicas pero también elogios.
«Es la única solución para no cerrar los hospitales de la región, nadie presentaba su candidatura a los puestos libres», explicó en declaraciones a la prensa local el gobernador de Calabria, Roberto Occhiuto, tras anunciar esta semana en Facebook la firma de un acuerdo con el gobierno de Cuba.
«Tenemos enormes problemas por la falta de batas blancas. En las urgencias a menudo hay un solo médico (…) Ha sido una medida inevitable», agregó.
El acuerdo suscrito el miércoles entre la Región Calabria y el gobierno de Cuba prevé la llegada en el curso de los próximos meses de 497 médicos de varias especialidades y según las necesidades.
No se trata de la primera vez que médicos cubanos prestan servicio en Italia. Unos 35 médicos y enfermeras cubanos del contingente Henry Reeve permanecieron dos meses en Lombardía (norte) en 2020 en los momentos más dramáticos de la lucha contra el coronavirus al inicio de la propagación del virus en Europa.
Según el diario La Nuova Calabria, que tuvo acceso al acuerdo, la región pagará mensualmente 3.500 euros (casi la misma cifra en dólares) por cada médico y otros 1.200 euros para los costos de alojamiento, mantenimiento, formación y viajes entre Italia y Cuba.
La decisión del gobernador Occhiuto, del partido de derecha Forza Italia y comisario también de la salud, fue elogiada por su formación como una «excelente herramienta» para hacer frente a la crisis del sistema sanitario público ya que escasean los médicos y los sueldos son bajos.
En algunas regiones, como medida de emergencia, se ha pensado incorporar a doctores militares en la reserva o a especialistas que ya estaban jubilados.
«Apruebo la decisión para Calabria, aunque creo que hay que invertir más en nuestros médicos, para que el problema no se vuelva presentar», aseguró a la agencia AGI el viceministro de Salud, Pierpaolo Sileri.
Un representante del mayor sindicato del país, CGIL, pidió por su parte que se respeten los convenios colectivos de trabajo para los médicos en Italia así como el conocimiento del idioma, aspecto también cuestionado por algunas asociaciones de médicos.