Ciudad de México (México).- En el corazón de la historia colonial de México, la Compañía de Jesús, fundada por san Ignacio de Loyola en 1540, marcó un antes y un después en el tejido social y cultural de la Nueva España.
A lo largo de los siglos XVII y XVIII, esta orden religiosa no sólo se dedicó a la evangelización, sino que también jugó un papel crucial en la formación educativa y social de la época, como nos revela el libro «Instrucciones para la vida cotidiana. Los costumbreros de la Compañía de Jesús y sus ordenamientos» (2022) de María del Consuelo Maquívar, investigadora emérita del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La presentación de esta obra tuvo lugar en la Dirección de Estudios Históricos, una instancia de la Secretaría de Cultura federal, contando con la participación de destacadas figuras académicas como Armando Alvarado Gómez y los investigadores Eduardo Flores Clair y Jorge René González Marmolejo.
En sus palabras, Maquívar explicó que la inspiración para este estudio surgió tras el hallazgo de dos manuscritos inéditos del padre Hernando Cavero, datados en los años 1663 y 1662, los cuales detallan las normativas internas y los códigos de conducta de los jesuitas en aquellos tiempos.
Estos documentos son ventanas que nos permiten observar la meticulosidad con la que los jesuitas regían su vida cotidiana; desde cómo vestir y comer, hasta cómo caminar y dormir. Estas reglas no eran meras instrucciones, sino verdaderas lecciones de vida, encaminadas a modelar no solo a religiosos ejemplares, sino a ciudadanos virtuosos.
«El texto de 1663 se encontró en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia y el de 1662, en la Biblioteca Digital Hispánica de la Biblioteca Nacional de Madrid», apuntó Flores Clair durante la presentación.
Esta revelación no sólo enfatiza la importancia histórica de los documentos, sino también su valor actual, pues, según Flores Clair, «aunque narran acontecimientos distantes, las situaciones que describen son sorprendentemente relevantes para nuestro contexto contemporáneo».
Por su parte, González Marmolejo resaltó que la publicación, que se divide en cinco capítulos reflexivos, no sólo ofrece un análisis académico, sino que también invita al lector a meditar sobre la influencia perdurable de las enseñanzas jesuíticas en la sociedad moderna. Un ejemplo particularmente conmovedor de esto es el impulso que la Compañía de Jesús dio al culto guadalupano, integrando esta devoción mariana de manera prominente en los templos barrocos de la época.
Además, se destacó la práctica jesuita de aprender las lenguas indígenas, un esfuerzo considerado fundamental para la evangelización y la integración cultural.
«Este aprendizaje no sólo facilitaba la comunicación con las comunidades indígenas, sino que también representaba un profundo respeto por su cultura», comentó Alvarado Gómez, lo que subraya la relevancia de adaptabilidad y respeto en la misión jesuita.
Este libro no solo es una crónica de una época, sino una fuente de enseñanza que continúa iluminando caminos en nuestra propia búsqueda de una sociedad más justa y comprensiva.
La obra está disponible en la Dirección de Estudios Históricos y en la red de librerías del INAH, invitando a todos los interesados en la historia y la ética a descubrir las lecciones de los jesuitas que aún resuenan en nuestros días.