La Habana (AFP) – La Iglesia católica de Cuba pidió este sábado que se incluya la creación de un tribunal constitucional en el proyecto de nueva Carta Magna que los cubanos deben aprobar en febrero próximo.
«Por la importancia de la Constitución como referencia última de la legalidad en la Nación (…) consideramos no solo aconsejable sino necesario, que la misma Constitución disponga la creación de un Tribunal de Garantías Constitucionales con la finalidad de salvaguardar los derechos que en ella se refrendan», señalaron los obispos cubanos, en una carta pastoral que publicaron en el sitio web de la Conferencia Episcopal.
El tribunal de garantías constitucionales o tribunal constitucional, un órgano supremo cuya misión es garantizar la supremacía de la Constitución y la defensa del orden constitucional, es una figura que no existe en la Carta Magna cubana actual.
El proyecto de una nueva Constitución que sustituiría a la de 1976 fue aprobado por el parlamento en julio, y ahora es sometido a un proceso de debate popular en reuniones en centros laborales, estudiantiles y barrios, que se extenderá hasta noviembre.
En su misiva, la jerarquía católica invitó a «una participación consciente y responsables» en esos debates a los 8,5 millones de residentes mayores de 16 años y a los 1,4 millones de emigrados cubanos, y solicitó a las autoridades de la isla a que las «opiniones y aportes recogidos sean tenidos en cuenta».
Asimismo, volvió a arremeter contra el matrimonio igualitario, uno de los temas más polémicos en esas discusiones.
La jerarquía católica ya había rechazado de plano el matrimonio entre personas del mismo sexo en agosto, cuando llamó a buscar «otros medios legales» para amparar esa unión, que cuenta con la aprobación del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
«Los obispos consideramos mal fundado y erróneo que aparezca en el proyecto constitucional (art. 68) una definición del matrimonio como ‘la unión de dos personas con aptitud para ello, a fin de hacer vida común'», subrayaron.
En materia de derechos humanos, los obispos lamentaron «la ausencia del reconocimiento a la diversidad de opinión política» en el proyecto, y opinaron que «requiere un mayor esclarecimiento sobre el derecho a la objeción de conciencia, de manera que la preservación del derecho de unos no implique violentar el derecho de conciencia de otros».
Respecto al reconocimiento en el proyecto del papel del mercado y la actividad privada en la economía socialista, aunque siempre bajo la tutela del gobernante Partido Comunista (único), defendieron la posibilidad de que los cubanos puedan invertir en la economía de su país.
El resultado de la consulta popular sobre el proyecto de nueva Constitución regresaría al parlamento en diciembre y se tendrá que aprobar en un referendo nacional el 24 de febrero del próximo año.