Quito (AFP) – La Iglesia Católica de Ecuador exhortó el sábado a la Asamblea Nacional a rechazar la legalización del aborto en todos los casos de violación promovida por sectores ciudadanos a favor de la interrupción del embarazo, una iniciativa que los diputados votarán el próximo miércoles.
«Hoy queremos orar, de manera muy especial, para que este 18 de setiembre, los 137 Asambleístas, que representan a 16 millones de ecuatorianos, también lo hagan y defiendan la vida del concebido y de la madre gestante», expresó la presidencia de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) en un comunicado.
La ley ecuatoriana permite el aborto cuando la vida de la madre está en riesgo o si el embarazo es producto de una violación a una mujer con discapacidad mental.
Además establece que la mujer que cause su aborto o permita que otro se lo haga será sancionada con cárcel de seis meses a dos años. Si durante el procedimiento ilegal la madre muere, quien lo realizó será penado con hasta 16 años de prisión.
«Confiamos en que (los asambleístas) defenderán la verdad y la justicia, pero sobre todo la vida», agregó la CEE.
La presidenta de la comisión parlamentaria de Justicia, Ximena Peña, indicó que la votación de las reformas penales, entre las cuales se encuentra el tema del aborto, se «realizaría» el próximo miércoles, según un comunicado de la Asamblea Nacional.
En el marco del debate sobre reformas penales en el Congreso, incluida una que ampliaría las causales para permitir la interrupción del embarazo, grupos sociales plantearon la despenalización del aborto para todos los casos de violación.
El oficialismo no tiene mayoría en la Asamblea y tampoco sectores de la fraccionada oposición.
Colectivos feministas de Ecuador sostienen que cada año unas 2.500 adolescentes dan a luz en el país producto de ataques sexual. Según la legislación, toda relación íntima con menores de 14 años es considerada una violación.
Ecuador, un país tradicionalmente conservador donde un 80% de la población es católica, se aprobó en julio pasado el matrimonio entre personas del mismo sexo, a lo que se opuso la Iglesia Católica y evangélica.