Chetumal (México).- Luego de un intenso periodo de diálogos y coordinaciones que duraron más de dos años entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y las autoridades ejidales, finalmente se ha abierto al público la Zona Arqueológica de Ichkabal en Quintana Roo.
Este sitio, integrado recientemente gracias al Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), asociado al proyecto del Tren Maya, incrementa a 194 el número de sitios patrimoniales prehispánicos accesibles para el público en México.
El acuerdo, que se firmó el 10 de enero de 2025, asegura 113 hectáreas para la investigación, conservación y difusión cultural que el INAH lleva adelante en Ichkabal, una área cuyo nombre maya significa ‘entre bajos’.
Esta firma no solo concretiza años de esfuerzos, sino que también garantiza beneficios para 165 ejidatarios y sus familias, quienes han colaborado estrechamente con las autoridades municipales, estatales y federales para hacer posible este proyecto.
Durante la ceremonia de firma en Chetumal, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, y la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, actuaron como testigos de honor. La gobernadora Lezama calificó la inauguración como un «suceso histórico» que generará oportunidades de desarrollo económico y social para las comunidades cercanas.
Ichkabal no es solo un testimonio del pasado glorioso de los mayas, sino también una muestra de la cooperación entre el ejido y el gobierno para preservar y valorar la herencia cultural.
«Es crucial que el mundo conozca y valore nuestra rica cultura maya, y estamos orgullosos de que Quintana Roo sea el estado con más zonas arqueológicas bajo el Promeza», agregó Lezama.
Registrado inicialmente el 30 de enero de 1996, Ichkabal ha sido objeto de diversas intervenciones por parte del INAH desde el año 2000, incluyendo trabajos de prospección arqueológica, limpieza, conservación y restauración de estructuras monumentales, así como de restos de estuco y pintura mural.
Estas tareas han sido lideradas por un equipo de especialistas como Luz Evelia Campaña, Javier López Camacho, Enrique Nalda Hernández, Hortensia de Vega Nova y Sandra Balanzario Granados.
Entre 200 a.C. y 200 d.C., Ichkabal jugó un papel clave en el desarrollo del estilo arquitectónico Petén, siendo contemporáneo de grandes capitales como Calakmul en Campeche y Tikal en Guatemala. Durante el apogeo del Clásico maya (200-600 d.C.), la ciudad se destacó por sus estructuras particularmente altas, muchas de las cuales superan los 40 metros, agrupadas frecuentemente en conjuntos triádicos.
Las mejoras recientes en el sitio incluyen la instalación de una unidad de servicios, estacionamiento, taquilla, áreas de descanso y señalética, todo supervisado por los arqueólogos Luz Evelia Campaña y Javier López con el apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Ichkabal se ubica a 40 kilómetros al sur de Bacalar y de la Laguna de los Siete Colores, y a 75 kilómetros de Chetumal, siendo accesible a través de un camino de 23 kilómetros recién construido que conecta con las estaciones del Tren Maya.
