Antigua (Guatemala) (AFP) – Los líderes iberoamericanos se preparan para hablar de desarrollo en Guatemala a la sombra de éxodos masivos de migrantes en América Latina que huyen de la violencia, la pobreza, la crisis económica y la represión política.
Los gobernantes se reunirán en la ciudad colonial de Antigua, Guatemala, el próximo viernes en la XXVI Cumbre Iberoamericana, en medio de la agitación regional por la salida de caravanas de migrantes centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos.
«Una Iberoamérica próspera, inclusiva y sostenible» es el lema de la cita, a la que ya han confirmado su participación 13 presidentes, entre ellos los de México y Argentina, así como los jefes de gobierno de Andorra y España y el rey español Felipe VI.
Los presidentes de Cuba y Venezuela no han anunciado su asistencia, según las autoridades guatemaltecas.
«La Cumbre Iberoamericana coincide con un momento particularmente especial para la región. Muchos de los movimientos migratorios que son recurrentes, se han hecho más visibles», dijo a la AFP el analista político Erick Maldonado.
El experto, y ex vicecanciller de Guatemala, consideró que la reunión llega con el telón de fondo de una «agudización» de las causas que empujan los fenómenos migratorios.
«Estamos viendo cómo el repunte de la violencia y el deterioro de las condiciones socioeconómicas, que son los motores que motivan la migración, siguen manifestándose», agregó Maladonado.
– Autocrítica –
Miles de migrantes hondureños, salvadoreños y guatemaltecos salieron en octubre de sus países y marchan por el sur y centro de México en busca de nuevas oportunidades en Estados Unidos.
Cerca de 8.500 migrantes centroamericanos integran al menos tres caravanas que avanzan en México, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos de ese país.
Los migrantes, entre los que se cuentan bebés, niños, mujeres y ancianos, aseguran que escapan de la violencia criminal y la pobreza que azota el norte de Centroamérica.
Al éxodo se han unido nicaragüenses que huyen de la represión del gobierno a las manifestaciones que pedían la renuncia del presidente Daniel Ortega. Otros han encontrado refugio en Costa Rica.
En el sur de América, al menos 2,3 millones personas han salido de Venezuela desde 2015, de acuerdo con la ONU, ante la crisis económica y social que vive esa nación bajo el gobierno de Nicolás Maduro.
«El empoderamiento de regímenes autoritarios que dejan poco espacio de margen al desarrollo de una cultura democrática» en Latinoamérica también son «una causal que motiva la migración», añadió Maldonado.
Sandino Asturias, del Centro de Estudios de Guatemala, consideró que los líderes de la región no han tenido la capacidad de hacer una «autocrítica» para reconocer «el fracaso de los modelos económicos estructurales en la región», que inciden en la migración forzada.
«El fenómeno (migratorio) es claramente un grito desesperado de sociedades que han estado totalmente marginadas y el fracaso de los gobiernos», apuntó Asturias. Ante ello, dijo, la cumbre debe ir más allá de las «buenas intenciones».
Maldonado refirió que la reunión iberoamericana será «productiva» si aborda integralmente el tema migratorio.
«Si los gobiernos de la región son serios, deberían hacer una autocrítica, una reflexión profunda de cuáles son las causas que hoy están empujando los éxodos masivos con las caravanas», agregó el sacerdote católico brasileño Mauro Verzeletti, director de la Casa del Migrante en Guatemala.
– Criminalización –
Verzeletti destacó la necesidad de acciones «contundentes» para favorecer a las poblaciones más vulnerables y mejorar las condiciones laborales en la región.
El activista criticó a los gobiernos de Guatemala y Honduras, que pidieron investigar a «los promotores» de las caravanas de migrantes, «pero no están investigando» si las políticas que ellos mismos han adoptado «han sido las mejores para frenar la pobreza y la violencia».
«Yo creo que el gran error que se está cometiendo es criminalizar el fenómeno migratorio; la migración es un derecho», afirmó Asturias.
Señaló que el presidente estadounidense Donald Trump «está llegando a medidas extremas es su política antiinmigrante».
Trump ha fustigado duramente a las caravanas migratorias y pidió frenar la asistencia económica a El Salvador, Guatemala y Honduras si no detienen los éxodos. También desplegó a miles de soldados en la frontera con México para detener a los migrantes.
«Nos preocupa mucho que los estados (latinoamericanos), siguiendo una instrucción proveniente de algunos gobiernos, particularmente del gobierno de Estados Unidos, tengan una posición antiinmigrante y sobre todo xenófoba», puntualizó Maldonado, al señalar que la Cumbre es «una gran oportunidad» para crear mecanismos para atacar el origen de la migración.