Bogotá (AFP) – José Miguel Vivanco, director para las Américas de la ONG Human Rights Watch (HRW), advirtió este jueves sobre una naciente alianza entre mexicanos y guerrilleros disidentes para enviar cocaína hacia Estados Unidos, a través de la disputada ruta del Pacífico colombiano.
«Hay presencia en Tumaco de ciudadanos mexicanos, que están vinculados a negocios ilegales y que operan en actividades de narcotráfico en Tumaco, con todos los grupos irregulares que están actuando en Tumaco, fundamentalmente las disidencias de las FARC», dijo Vivanco a medios en Bogotá.
Sin ahondar en detalles, el portavoz de HRW en el continente agregó que se trata de un «fenómeno reciente» que compromete a «poderosos carteles mexicanos».
La ONG divulgó este jueves el informe «Violencia reciclada: abusos por grupos disidentes de las FARC en Tumaco, en la costa pacífica de Colombia», en el que alerta sobre la grave situación de derechos humanos en el departamento de Nariño, el más afectado por los sembradíos de hoja de coca del mundo.
Principal ruta del contrabando de cocaína hacia Estados Unidos, en esta región fronteriza con Ecuador se libra una fuerte disputa por el negocio entre rebeldes del ELN, narcotraficantes y disidencias de las FARC, la otrora guerrilla comunista que el año pasado se desarmó y transformó en partido.
Organizaciones que hacen seguimiento al conflicto han alertado sobre la incorporación de exguerrilleros a las llamadas disidencias de las FARC, que cuentan con un pie de fuerza que ronda los 1.600 combatientes, según la Fundación Paz y Reconciliación.
En un reciente recorrido de la AFP en la zona, autoridades y lugareños alertaron sobre la presencia de mexicanos en el negocio del narcotráfico.
– Tumaco en la mira –
El informe de 64 páginas es el primero de la ONG sobre Colombia durante el gobierno del presidente derechista Iván Duque, posesionado el 7 de agosto de 2018, y se concentra en el convulso municipio de Tumaco, con poco más de 200.000 habitantes de mayoría afro.
Según el documento, tras el pacto de paz firmado en 2016 con la entonces guerrilla de las FARC, se redujeron los «abusos relacionados con el conflicto» armado a nivel nacional, pero lo mismo no sucedió en el segundo puerto del Pacífico colombiano.
«Los índices de homicidios, por ejemplo, son de los más altos del país en términos absolutos (…) En 2017 en Tumaco las cifras de homicidio eran cuatro veces superiores al promedio nacional» y este año la tasa aumentó en un 50%, indicó Vivanco.
A los asesinatos, se suma el aumento de delitos sexuales, desapariciones, secuestros, torturas y desplazamiento forzado, este último calculado en 9.000 personas que huyeron del puerto en los últimos dos años.
Para la ONG, la expansión de los cultivos de coca, el incumplimiento de acuerdos para la desmovilización de combatientes de las FARC y la impunidad judicial son algunas de las razones por las cuales el municipio está sumido en una espiral de violencia.
Tras cuatro décadas de lucha contra el narcotráfico, Colombia sigue siendo el principal productor mundial de cocaína y Estados Unidos el mayor consumidor de esta droga.
En 2017, el país alcanzó el récord histórico de 171.000 hectáreas de sembradíos ilícitos y registró un potencial de producción de cocaína de 1.379 toneladas, según la ONU.