Tegucigalpa (AFP) – Los presidentes de Honduras, Juan Orlando Hernández, y Guatemala, Jimmy Morales, acordaron este lunes atacar las causas que impulsan a sus ciudadanos a abandonar sus países en caravanas rumbo a Estados Unidos y criminalizar a quienes promueven esas migraciones.
Morales visitó Honduras para analizar con Hernández un plan de creación de oportunidades para evitar que los habitantes de sus países sigan emigrando hacia Estados Unidos, lo que ha provocado la irritación del presidente Donald Trump.
En rueda de prensa Morales dijo que él y Hernández coincidieron en la «necesidad de invertir en nuestros países para poder generar las oportunidades de empleo».
«Hay una invitación fuerte a los inversionistas, tanto nacionales como internacionales, que quieran invertir en nuestros países, tanto en inversión pública como en infraestructura para los servicios básicos como escuelas, hospitales», dijo Morales.
Hernández acotó que «desde el 2014 hemos impulsado muchos programas para atacar las causas estructurales de la migración, sabemos que no es suficiente y tenemos que seguir avanzando».
El líder guatemalteco tiene previsto viajar luego a El Salvador para discutir el mismo tema, en momentos que miles de centroamericanos recorren México rumbo al norte.
La primera caravana partió de San Pedro Sula, norte de Honduras, el 13 de octubre, y sus integrantes dicen que van a buscar mejores oportunidades de vida en Estados Unidos y huir de la violencia en su país.
Morales indicó que han invitado a los gobiernos de México, Estados Unidos y El Salvador a que se sumen a un esfuerzo de investigar «quiénes son las personas responsables de generar» las corrientes migratorias.
Recomendó que el resultado de esa investigación sirva para procesar a los promotores de las caravanas por poner en riesgo la vida de las personas.
El combate de la migración irregular será abordado en foros internacionales como la Cumbre Iberoamericana que tendrá lugar la próxima semana en Antigua, Guatemala, y en una reunión del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), este mes en Belice.
– Promesas falsas –
Hernández aseguró que algunos políticos admitieron haber organizado la caravana pero luego se retractaron por «temor a enfrentar la justicia».
Aseguró que «los organizadores prometieron a nuestros compatriotas que recibirían dinero, comida y transporte durante toda la ruta», y que «recibirían visas humanitarias o refugio para entrar Estados Unidos».
El mandatario hondureño aseguró que a la fecha la mayoría de los hondureños ya se dieron cuenta del «engaño» y muchos ha vuelto.
Según Hernández, hasta el 2 de noviembre «teníamos reportes de más de 6.500 retornados», entre ellos 3.639 adultos, 2.882 menores de edad y de estos menores 270 se habían ido solos, aseveró.
Reconoció que los hondureños se marchan buscando mejores condiciones, empleo y seguridad, lo que ha acontecido durante décadas pero que lo nuevo de la caravana es que han sido incitados por políticos.
«Nos comunicamos con los presidentes de los países en tránsito y de destino para pedirles a ellos que garantizaran un trato digno y humanitario», subrayó, al tiempo que agradeció a los gobiernos y pueblos de Guatemala y México por «recibirlos y protegerlos».