Río de Janeiro (AFP) – Dolor, indignación y un río contaminado por un torrente de barro: familiares de los 310 muertos y desaparecidos en el desastre minero en el sudeste de Brasil realizaron una marcha de protesta este lunes, un mes después de la tragedia.
Vestidos de blanco, cargando fotos de las víctimas y pancartas con críticas a la empresa Vale, cientos de habitantes de Brumadinho (Minas Gerais) caminaron en un emotivo cortejo en el centro de esta pequeña ciudad, enlutada por la rotura de un dique de la empresa brasileña, la mayor productora de mineral de hierro del mundo.
«Siento una indignación profunda. Sabían que podría haberse evitado, pero no se evitó porque decidieron que el dinero valía más. Una represa como esa no revienta de esa forma [sin aviso]. Conscientemente decidieron que si había un perjuicio, éste era tolerable», dijo a la AFP Amanda Moreira, una abogada de 35 años cuyo esposo, Cleidson Aparecido Moreira, fue sepultado por el barro.
Como la mayoría de los 179 muertos y 131 desaparecidos, Cleidson era empleado de Vale. El dique I, que contenía un depósito de residuos de la mina de Vale Córrego do Feijao, cedió de forma abrupta el 25 de enero durante el horario del almuerzo.
En pocos segundos, una masa de lodo marrón arrasó las instalaciones de la empresa, incluida la cantina donde los empleados almorzaban, y también enterró casas del área rural de Brumadinho.
A la misma hora en que se rompió el dique, un mes atrás, un helicóptero lanzó este lunes una lluvia de pétalos de rosas sobre la multitud y todos guardaron un minuto de silencio. Líderes religiosos participaron en los homenajes, conduciendo oraciones, y los niños ataron cintas en las barandillas del puente con nombres de las víctimas, así como mensajes de «paz» y «justicia».
Un mes después de la tragedia, unos 150 bomberos siguen buscando restos de cuerpos en la región, un trabajo que no tiene fecha de conclusión.
«Sabemos la importancia de que haya un cuerpo para velar para que las personas concluyan su proceso de luto. Por eso nuestra motivación continúa intacta y la operación sigue con el mismo esfuerzo y compromiso», dijo a la TV Globo Pedro Aihara, portavoz de los bomberos.
Mientras negocia un acuerdo definitivo de compensación a las familias de las víctimas, Vale informó que ha donado 100.000 reales (alrededor de 26.800 dólares al cambio actual) a 264 familias, entre otras acciones de emergencia para auxiliar a los afectados.
Ocho cargos de Vale fueron detenidos el 16 de febrero, entre ellos cuatro gerentes y miembros de los equipos técnicos relacionados con la seguridad del dique I.
A 160 kilómetros de Brumadinho, en Mariana, otra represa construida con la técnica de montante, reventó en noviembre de 2015 causando 19 muertes y la peor tragedia ambiental de la historia del país.