Nioro (Senegal).- En Nioro (Senegal), Mamadou Drame, padre de cuatro hijos, ahora mira abajo a una pantalla en lugar de hacerlo al cielo para entender las condiciones meteorológicas y saber qué cultivar.
Los ciclos de lluvia históricos son cada vez menos fiables debido al cambio climático, lo que altera los patrones de plantación y recolección. Afortunadamente han aparecido las innovaciones digitales para ayudarle a impulsar la producción de arroz, maíz, mijo y hortalizas.
Estas herramientas también le están ayudando a encontrar compradores y a recibir pagos a través de su teléfono.
En noviembre de 2016, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) puso en marcha el proyecto “Servicios agrícolas e inclusión digital en África” (SAIDA), financiado con cargo a contribuciones voluntarias flexibles.
El principal objetivo del proyecto era brindar a los agricultores información en tiempo real sobre previsiones meteorológicas, mejores prácticas agrícolas, cuidado del ganado, precios de mercado, salud y nutrición directamente de aplicaciones elaboradas a tal efecto a sus teléfonos móviles.
Con la aplicación “Tiempo y calendario de cultivos”, los agricultores son ahora capaces de predecir el inicio y el final de la estación húmeda de forma precisa, así como la frecuencia y cantidad prevista de las precipitaciones.
Esta información les permite elegir el tipo correcto de semillas y el calendario para los ciclos de producción, con lo que se evitan las pérdidas catastróficas que suelen darse en años de escasez de agua.
“Nunca habíamos tenido esta clase de información o acceso a los mercados. Ha cambiado completamente el concepto que tenemos de este negocio. Ahora podemos planificar, plantar, cosechar, vender y obtener ingresos con una seguridad de la que no habíamos gozado nunca”, señala Mamadou.
Digitalización de la agricultura rural
En los últimos 20 años, el teléfono móvil —un pequeño artículo que cabe en el bolsillo— ha facilitado a los seres humanos todos los datos e información necesarios para tomar decisiones fundamentadas en casi todos los ámbitos de la vida.
En zonas rurales del África occidental, sobre todo en la agricultura, este potencial está desaprovechado.
La calidad de la infraestructura de telefonía móvil ha mejorado drásticamente en la región y muchos ya han adoptado tecnologías móviles.
Sin embargo, los agricultores todavía no utilizan estas herramientas de forma generalizada como parte de su proceso de producción.
Abundan las oportunidades de uso en la agricultura, por ejemplo, para aumentar al máximo los efectos de los servicios de asesoramiento rural, los servicios financieros y los programas de protección social existentes, así como el acceso a los mercados, directamente desde los teléfonos móviles particulares.
En el Senegal, la FAO ha puesto en marcha el proyecto SAIDA para contribuir a la ejecución de la estrategia en materia de agricultura digital de la Agencia Nacional de Asesoramiento Agrícola y Rural (ANCAR) del Senegal, un órgano del Ministerio de Agricultura.
El objetivo de su programa es aprovechar las herramientas digitales para modernizar la agricultura local y ayudar a los agentes de extensión a llegar a más agricultores y abarcar territorios más extensos.
A través del programa SAIDA, la FAO ha impartido capacitación a más de 1 000 agentes de extensión de la ANCAR y a dirigentes de organizaciones locales sobre las cinco aplicaciones para móviles desarrolladas por el programa en relación con la producción agrícola y ganadera. Tras la capacitación, estos agentes y dirigentes transmiten estos conocimientos a los agricultores.
“Ahora sabemos cuándo plantar. Gracias a la información obtenida a partir de SAIDA podemos adaptar nuestro calendario de siembra a fin de garantizar que tengamos unas precipitaciones óptimas”, afirma Mamadou.
Siete años después de haber puesto en marcha SAIDA, los agricultores están viendo los beneficios que esta tecnología tiene para sus vidas y sus actividades agrícolas, pues ha mejorado el rendimiento y ha reducido los gastos en insumos y las pérdidas posteriores a la cosecha.
Oportunidad digital durante la pandemia
A mediados de 2020, la FAO también ayudó a la ANCAR a crear una plataforma de comercio electrónico (senlouma.org) con miras a ayudar a los aproximadamente 500 pequeños agricultores senegaleses a vender sus productos durante la crisis de la enfermedad por coronavirus (COVID‑19).
Esto formaba parte de la respuesta rápida a los devastadores problemas de comercialización y la descomposición generalizada de productos agrícolas como consecuencia de las perturbaciones en la cadena de valor derivadas de la pandemia.
“La plataforma nos salvó la vida. Gracias a ella pudimos vender nuestros productos en el peor momento de la pandemia sin incumplir los protocolos relacionados con la COVID‑19”, recuerda Mamadou.
Actualmente, la plataforma cuenta con 45 organizaciones de agricultores registradas y casi 4.000 personas pueden vender sus productos en línea. La ANCAR
prevé utilizar el sitio web senlouma.org para conectar a los productores de las zonas rurales con los comerciantes de semillas, los proveedores de insumos, los especialistas en elaboración de alimentos, los corredores de seguros, los mayoristas y las instituciones financieras.
Hasta la fecha, los beneficiarios de las regiones de Saloum y Niaye han descubierto nuevos mercados y han establecido asociaciones en todo el país, en especial en regiones orientales como Tambacounda y Kedougou, en las que la producción de hortalizas está relativamente poco desarrollada.
Además, la plataforma Senlouma fue seleccionada para recibir fondos adicionales a través de una iniciativa puesta en marcha por la Agencia Universitaria de la Francofonía en asociación con la Agencia Nacional para la Investigación Científica Aplicada del Senegal.
Esto brindará asistencia a los beneficiarios para que obtengan patentes comerciales y amplíen sus iniciativas en Benin, Burkina Faso, el Senegal y Togo.
Mayor adopción a escala local de soluciones digitales
A fecha de agosto de 2022, Mamadou es uno de los más de 300.000 agricultores senegaleses que se han registrado en SAIDA para recibir estos mensajes de asesoramiento en su idioma local.
Asimismo, el Banco Africano de Desarrollo movilizó 1 millón de USD en 2022 para poner en marcha el proyecto SAIDA y otras iniciativas de digitalización de la FAO en la región de Casamance, en el sur del Senegal, para financiar la elaboración de nuevas aplicaciones.
Gracias al uso de esta tecnología, Mamadou ha recuperado la confianza en su producción agrícola.
“Me siento seguro cuando siembro y cuando fijo los precios. Sé que puedo ganar lo suficiente para alimentar a mi familia, enviar a mis hijos a la escuela y ampliar mi negocio”.
SAIDA es una parte del modelo senegalés más amplio de la Iniciativa de las 1.000 aldeas digitales dirigida por la FAO.
La Iniciativa promueve la transformación rural a través de la digitalización de la agricultura, abordando los obstáculos tanto en la agricultura como en otros sectores y aprovechando la mayor innovación para mejorar la producción.
Sitúa a los pequeños agricultores en el centro de la lucha contra el hambre, la pobreza y la desigualdad. El Senegal es uno de los nueve países africanos y de los numerosos países de todo el mundo que participan en la Iniciativa.
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