Salt Lake City (Utah).- Tras años de espera y el arduo trabajo del equipo de OSIRIS-REx de la NASA, una cápsula con rocas y polvo del asteroide Bennu aterrizó finalmente en nuestro planeta.
El aterrizaje ocurrió el domingo a las 8:52 a.m.,tiempo de Montaña (MDT), en una zona específica del Departamento de Defensa en el Utah Test and Training Range, cerca de Salt Lake City.
En menos de dos horas, la cápsula fue transportada en helicóptero a una sala de limpieza temporal en un hangar del campo de entrenamiento.
Allí, se conectó a un flujo continuo de nitrógeno. Este “purgado con nitrógeno” es esencial para mantener la muestra libre de contaminantes terrestres, ya que el nitrógeno no interactúa con la mayoría de los químicos.
Las muestras obtenidas de Bennu contribuirán a que científicos de todo el mundo realicen descubrimientos para entender la formación planetaria y el origen de los componentes orgánicos y agua que dieron vida a la Tierra.
Además, ofrecerán información sobre asteroides potencialmente peligrosos.
Bill Nelson, Administrador de la NASA, felicitó al equipo y destacó que con la llegada de la muestra, se fortalece la comprensión sobre el origen y formación de nuestro sistema solar.
“Felicitaciones al equipo OSIRIS-REx por una misión perfecta: el primer regreso de una muestra de asteroide estadounidense en la historia, que profundizará nuestra comprensión del origen de nuestro sistema solar y su formación”, dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson.
“Estas misiones demuestran una vez más que la NASA hace grandes cosas. Cosas que nos inspiran y nos unen. Las cosas que muestran que nada está fuera de nuestro alcance cuando trabajamos juntos”.
Bennu es un remanente de la tumultuosa formación del sistema solar, a diferencia de cualquier roca que se puede encontrar en la Tierra. También es rico en compuestos orgánicos que constituyen toda la vida conocida.
Esas fueron algunas de las razones por las que la NASA se decidió por el estudio del asteroide.
Se espera que la muestra de Bennu, aproximadamente 250 gramos, sea transportada al Johnson Space Center de la NASA en Houston el lunes 25 de septiembre.
Allí, los científicos procederán a desmontar la cápsula, pesar la muestra y registrarla, antes de distribuirla a investigadores alrededor del mundo.
La entrega de esta muestra, un logro sin precedentes para Estados Unidos, ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto de cientos de personas que dirigieron la nave desde su lanzamiento en 2016, su llegada a Bennu en 2018 y su viaje de regreso que comenzó en mayo de 2021.
«Este es un logro significativo no solo para el equipo de OSIRIS-REx, sino para toda la comunidad científica», declaró Dante Lauretta, investigador principal del proyecto.
Y, aunque puede parecer el final de una etapa, es solo el comienzo de un nuevo y emocionante capítulo en la exploración espacial.
El regreso de la cápsula fue un evento meticulosamente planeado. Lanzada desde el OSIRIS-REx a una velocidad impresionante, entró en la atmósfera terrestre y, gracias a dos paracaídas, aterrizó suavemente en el área militar designada.
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