Buenos Aires (AFP) – Los restos del mayor megaraptor conocido, de entre 9 y 10 metros de largo y que vivió hace 70 millones de años, fue hallado en el sur de Argentina, indicaron a la AFP dos de los paleontólogos que participaron del descubrimiento.
Los fósiles del dinosaurio carnívoro y con garras de 40 centímetros fueron encontrados en marzo de 2019 durante una expedición al sur de la provincia patagónica de Santa Cruz, en una zona conocida como Estancia La Anita, a 30 kilómetros al sur de la ciudad turística de El Calafate y cerca del célebre glaciar Perito Moreno.
Poco más de tres años después, tras un arduo trabajo de extracción, transporte hasta Buenos Aires, limpieza y estudio en laboratorio que no se interrumpió ni con la pandemia del covid-19, el descubrimiento de «Maip macrotórax» acaba de ser publicado en la prestigiosa revista científica Nature Scientifics Reports.
«Era un animal de un porte grande, por las medidas que hemos tomado y las comparaciones. Se trataría de uno de los megaraptores más grandes documentados hasta el momento. Además se trata de uno de los últimos megaraptores en habitar el planeta antes de la extinción de los dinosaurios, ocurrida hace alrededor de 66 millones de años», afirmó el doctor en Ciencias Naturales Fernando Novas, jefe de Laboratorio de Anatomía Comparada en el Museo Argentino de Ciencias Naturales, donde recibió a la AFP.
Novas fue quien en 1996 descubrió el primer megaraptor en la provincia argentina de Neuquén, también en la Patagonia pero a unos 1.400 kilómetros al norte del hallazgo actual. Luego se encontraron otros en Australia, en Tailandia y Japón, explicó quien ahora encabeza el equipo que encontró a Maip.
Maip, «el depredador top» –
Junto a Novas trabaja el paleontólogo Mauro Aranciaga, de 29 años, quien halló la primera pieza del nuevo megaraptor en 2019, en lo que fue su primera campaña.
«Cuando levanté la vértebra y vi que tenía las características propias de los megaraptores, realmente fue una emoción enorme porque además estaba viendo una vértebra gigante. Es decir que era un megaraptor gigante», evocó. Un año más tarde pudieron emprender la expedición para la extracción y traslado de los restos fósiles.
«De alguna manera cumplí el sueño de nene y de grande, esa emoción de encontrar ese fósil nuevo y a su vez el hecho de hallar un megaraptor, el grupo en el que yo me especializo», contó quien luego bautizaría al animal con una palabra tehuelche, el pueblo originario de la zona.
Maip tiene varios significados, según el paleontólogo, «en un sentido mitológico tehuelche, es una entidad maligna que mata donde está el frío y habita en la cordillera. También quiere decir ‘la sombra que deja la muerte a su paso'».
Los megaraptores conocidos hasta ahora medían entre ocho y nueve metros de largo. «Este tenía entre 9 y 10 metros de largo y pesaba unas seis toneladas, es un animal muy grande, muy pesado. Es el más nuevo, el más grande y también el más austral de los encontrados en Argentina», explicó Aranciaga, becario del doctorado del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
Del animal se encontraron la cavidad toráxica, varias vértebras, algunas costillas, restos de la cadera, de la cola y del brazo. En su parte más ancha, el tórax tenía 1,20 metros de ancho por 1,50 metros de alto.
«Maip tenía un tórax tan grande que había preservado las inserciones de los ligamentos que unen a las vértebras con las costillas. Entonces nos permite ir un poco más allá y reconstruir partes que no se suelen preservar. Estamos empezando a desentrañar la anatomía blanda», dijo.
«Este nuevo gran carnívoro de la Patagonia representaba hacia el final del Cretácico el depredador top». Su dieta incluía otros dinosaurios de menor tamaño, que cazaba con sus enormes garras, capaces de «capturar a las presas, despedazar su cuerpo y hurgar entre las vísceras».
«Tenían tres dedos en sus manos, pero las garras llegaban a medir casi unos cuarenta centímetros de largo. Eran garras curvadas, aplanadas, de lado a lado con bordes cortantes», explica Aranciaga.
«Yacimiento extraordinario» –
Novas aseguró que Maip fue encontrado en «un yacimiento extraordinario que se está develando como uno de los más importantes que tenemos en América del Sur». Es del período cretácico «cuando allí no existían (la cordillera de) Los Andes ni los glaciares, sino que eran bosques tropicales en los que vivían enorme diversidad de seres», afirmó.
«En esas rocas se atesoran fósiles de organismos muy diversos: caracoles, peces, ranas, tortugas, aves, mamíferos, una diversidad enorme, impresiones de plantas y el polen que liberaron aquellas plantas millones de años atrás», enumeró entusiasmado el investigador, quien promete nuevos descubrimientos que no quiere revelar aún.
Los primeros indicios del yacimiento fueron documentados en 1980 por el geólogo argentino Francisco Nulo, pero la primera exploración de paleontólogos fue la de 2019 del equipo de Novas.
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