Caracas (AFP) – El opositor Juan Guaidó, acuerpado por unos 40 países que lo reconocen como presidente interino de Venezuela, redoblará su presión por el ingreso de ayuda humanitaria, desafiando al mandatario Nicolás Maduro, que la considera el inicio de una intervención militar de Estados Unidos.
El Parlamento de mayoría opositora y colaboradores de Guaidó analizarán este martes avances del proceso de acopio de medicinas y alimentos que empezó a enviar Estados Unidos a Colombia, para intentar hacerlos llegar a la vecina Venezuela.
«Aquí en Venezuela no va a entrar nadie, ni un soldado invasor. A esta tierra no la toca nadie», sentenció el presidente socialista, quien cuenta entre sus aliados a Rusia, China, Turquía e Irán.
La ayuda humanitaria es el nuevo reto de Guaidó tras ser reconocido el lunes como presidente encargado por una veintena de países europeos, luego de expirar un ultimátum dado a Maduro para que convocara «elecciones libres».
«Quieren mandar dos camioncitos con cuatro peroles. Venezuela no tiene que mendigar a nadie. Si quieren ayudar que cesen el bloqueo y las sanciones», dijo el mandatario, al asegurar que no permitirá que «humillen» al país con el «show de la ayuda humanitaria».
Estados Unidos, que no descarta una acción armada en Venezuela, ofreció una ayuda inicial de 20 millones de dólares y Canadá otros 40 millones, una «limosna», según el gobierno venezolano.
Maduro acusa a Washington -con el que rompió nexos diplomáticos- de usar a Guaidó como «títere» para derrocarlo y apropiarse del petróleo venezolano, y a los países europeos de apoyar esos «planes golpistas».
Fortalecido con el reconocimiento de una veintena de gobiernos europeos, que se suma al de Estados Unidos, Canadá y unos 12 países latinoamericanos, Guaidó pedirá también ayuda humanitaria a la Unión Europea (UE).
Además, le solicitará la protección de cuentas y activos venezolanos, como hizo Estados Unidos, que embargará la compra de petróleo venezolano a partir del 28 de abril.
– «Tanta falta nos hace» –
Guaidó convocó a una movilización el 12 de febrero y a otra en fecha por definir para exigir a los militares, principal sostén de Maduro, que dejen entrar los cargamentos, que también serán enviados por el fronterizo Brasil y una isla caribeña.
«Hago un llamado a nuestra Fuerza Armada: en pocos días tendrán la oportunidad de decidir si están del lado de alguien que cada vez está más solo o si acompañarán a los cientos de miles de venezolanos que necesitan alimentos, insumos y medicinas», dijo el también jefe parlamentario, de 35 años.
Venezuela vive este conflicto político en medio de la peor crisis económica de su historia moderna, que provocó el éxodo de unos 2,3 millones de personas desde 2015, según la ONU.
«Debemos hacer a un lado la afinidad política y recibir esa ayuda que tanta falta nos hace, que tantas vidas puede salvar y alimentar», dijo a AFP Carla, una diabética de 34 años que ha estado hospitalizada varias veces por úlceras en los pies.
Los venezolanos sufren los rigores de una escasez de medicamentos que ronda un 85%, y miles de enfermos con afecciones crónicas, tienen dificultades para acceder a sus tratamientos, según oenegés y grupos humanitarios críticos del gobierno.
«Si niegan la ayuda humanitaria condenarán a muerte a 300.000 venezolanos», aseguró Guaidó, quien admitió que la primera ayuda sólo alcanzará para un mes y para cinco hospitales.
Su representación en Estados Unidos anunció una conferencia internacional sobre ayuda humanitaria el 14 de febrero en la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington.
– Diálogo como «maniobra» –
Buscando una salida pacífica a la crisis, un grupo de contacto integrado por la UE y cinco países latinoamericanos (Bolivia, Costa Rica, Ecuador, México y Uruguay), se reunirá el jueves en Montevideo.
Maduro dice esperar que de allí salga una mesa de diálogo, pero Guaidó descartó que la oposición vaya a participar. «No vamos a caer en un falso diálogo», aseguró.
Aunque abogó por una salida pacífica al conflicto, el Grupo de Lima (Canadá y 10 países latinoamericanos), reunido el lunes en Ottawa, denunció que Maduro usa la negociación como «maniobra dilatoria para perpetuarse en el poder».
Intentando parar la arremetida de Guaidó, Maduro impulsa adelantar de 2020 a este año las elecciones legislativas, apostando a que la oposición pierda el único poder que controla.
Guaidó se autoproclamó presidente interino el 23 de enero luego de que el Parlamento declarara a Maduro «usurpador» por haber sido reelegido en unas elecciones cuestionadas dentro y fuera de Venezuela.