Caracas (AFP) – El autoproclamado presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, aseguró este lunes que el gobierno de Nicolás Maduro intenta mover unos 1.200 millones de dólares hacia Uruguay, y pidió al gobierno de ese país no prestarse para un «robo».
«Están tratando de mover desde Bandes un dinero que está en una de las cuentas, a Uruguay. El llamado es a Uruguay a que no se presten para que roben (…), podemos estar hablando de entre 1.000 y 1.200 millones de dólares», dijo Guaidó, al referirse al Banco de Desarrollo Económico y Social, con sucursales en ese país.
Bandes es una entidad estatal fundada en 2001 y con presencia además en Nicaragua, Ecuador, Bolivia y China, según su sitio web.
Uruguay es uno de los pocos países latinoamericanos que no reconoce la autojuramentación de Guaidó como mandatario encargado, el pasado 23 de enero, luego de que el Parlamento de mayoría opositora declara a Maduro «usurpador» de la presidencia.
Guaidó vinculó los presuntos planes para transferir los fondos con las «decisiones de Europa», en alusión a su reconocimiento como presidente interino, este lunes, por parte de 19 países, entre ellos Alemania, España, Francia y Reino Unido.
Según el jefe del Legislativo, la información le fue filtrada por «altos funcionarios» que han decidido ponerse «del lado de la Constitución».
«Este es otro ejemplo de lo que están haciendo, queriéndose robar el oro y queriendo manejar los fondos públicos», remarcó Guaidó.
La denuncia se produce a tres días de una conferencia en Montevideo para buscar una salida negociada a la crisis, convocada por Uruguay y México y con participación de otros tres gobiernos latinoamericanos y ocho europeos.
El diputado ya había pedido al gobierno británico interceder para que el Banco de Inglaterra no devuelva a Maduro el oro y otros bienes que Caracas tiene depositados allí, según confirmó el pasado 28 de enero en Londres el secretario de Estado para Europa y las Américas, Alan Duncan.
Maduro enfrenta la presión de un amplio sector de la comunidad internacional, encabezado por Estados Unidos, que considera ilegítimo su segundo mandato, iniciado el 10 de enero, por juzgar que fue resultado de elecciones fraudulentas.
Ese sector le exige que acepte nuevos comicios.
El líder socialista rechaza tales pedidos y asegura que forman parte de un «golpe de Estado» del gobierno de Donald Trump, que utiliza a Guaidó como un «títere».
Estados Unidos endureció la semana pasada las sanciones contra el gobierno de Maduro, congelando unos 7.000 millones de dólares en activos en ese país, y embargará las ventas de petróleo en el mercado norteamericano desde el 28 de abril.