Charlotte (NC), 1 mar (EFE).- Granjeros de Carolina del Norte temen escasez de trabajadores en los campos del estado para esta temporada agrícola debido a las duras nuevas directrices del presidente Donald Trump.
«(Yo) no he visto una larga fila de americanos (estadounidenses) esperando para hacer estos trabajos. Si esas personas (los inmigrantes) no llegarán no habría quien haga este trabajo, expresó el presidente de la Asociación de Agricultores de Carolina del Norte, Larry Wooten, quien indicó a Efe que la preocupación de no contar con la mano de obra necesaria es latente entre los granjeros en el estado.
Las nuevas directrices en materia migratoria anunciadas por el presidente Trump a principio de enero, han cambiado las prioridades de deportación establecidas por el expresidente Barack Obama en el 2014 y pusieron en riesgo de deportación a la mayoría de los 11 millones de inmigrantes indocumentados, que se estima residen en el país.
También crearon pánico y temor entre la comunidad inmigrante, tanto la regular como la indocumentada, cosa que se trasladó también a los que trabajan en los campos del estado.
«Cuando se presenta este clima de redadas y actividades de agentes del ICE, los trabajadores se ausentan de sus labores y esto crea un vacío en los campos», dijo a Efe Justin Flores, vicepresidente del Comité Organizador de Trabajadores Agrícolas de Carolina del Norte (FLOC NC).
«El 85 % de los trabajadores son latinos y la mayoría son indocumentados. La falta de esa mano de obra no solo generaría grandes pérdidas en los propietarios de las granjas, sino que crearía un caos e impacto económico negativo en el estado», explicó Flores.
De acuerdo al Departamento de Agricultura de Carolina del Norte, esta industria aporta más de 80 mil millones de dólares anuales a la economía del estado, representando el 17 % de sus ingresos.
Según el Instituto para los Trabajadores Agrícolas de Carolina del Norte, el estado ocupa el sexto lugar en la nación que más trabajadores agrícolas emplea cada temporada, o sea aproximadamente 100 mil personas que normalmente ayudan en los cultivos de tabaco, papa dulce, fresas, pepino y árboles de Navidad, entre otros, en las fincas de los más de 50.200 agricultores que hay en el estado.
Debido a la necesidad inmediata de mano de obra y a mediano plazo, Wooten y varios agricultores viajaron la semana pasada a Washington D.C. donde se reunieron con congresistas republicanos para insistir sobre la urgencia de que el Congreso apruebe una reforma migratoria integral.
«Es tiempo de una reforma migratoria que abarque la seguridad fronteriza, desarrolle un programa de huéspedes y ajuste la situación de los trabajadores indocumentados y sus familias que ya viven en los Estados Unidos para que permanezcan y trabajen en el país legalmente», comentó.
La noche del martes, el presidente Trump se dirigió por primera vez al Congreso y dijo que «una verdadera y positiva reforma migratoria» era posible, pero hasta el momento se desconocen los detalles.