Buenos Aires (AFP) – El gran rabino de Argentina fue gravemente herido por asaltantes en su casa de Buenos Aires, al día siguiente de la profanación de un cementerio judío, una agresión condenada este martes por Israel en un contexto de un resurgimiento de actos antisemitas en todo el mundo.
Gabriel Davidovich, de 56 años, se encontraba en su casa en un barrio residencial de Buenos Aires con su esposa el lunes al alba cuando irrumpieron siete hombres.
«Sabemos que sos el rabino de AMIA», dijeron los asaltantes, antes de robar dinero y efectos personales y escapar, según un comunicado de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), cuya sede fue blanco hace 25 años de un atentado terrorista.
Argentina alberga la segunda comunidad judía mas importante del continente americano después de Estados Unidos. Actualmente tiene 190.000 miembros, frente a los 300.000 de hace 20 años, ya que la crisis económica ha obligado a muchos judíos argentinos a exiliarse.
El presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), entidad política de la colectividad judía, Jorge Knoblovits, denunció «un acto antisemita» en un país en el que son poco frecuentes.
«En el mundo hay mucho lugar para la ignorancia y donde hay ignorancia, hay lugar para los antisemitas», lamentó Knoblovits, que agregó que el robo «fue una excusa».
«Pese a que no ofrece resistencia para el robo lo tiran al piso y le fracturan nueve costillas, afectan un pulmón y le dejan la cara desfigurada», expresó el titular de la DAIA.
Las autoridades han abierto una investigación para identificar a los agresores.
– Israel solidario –
El ataque fue condenado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien hizo un llamado a combatir el antisemitismo y deseó una «pronta recuperación» al religioso.
«No debemos dejar que el antisemitismo asome su cabeza», expresó el mandatario, que envió su apoyo a Davidovich y a su esposa, que fue reducida durante el asalto. «Condeno firmemente los recientes actos de antisemitismo y llamo a la comunidad internacional a tomar acción contra este», agregó.
Isaac Herzog, el presidente de la Agencia Judía, que favorece la instalación de judíos en Israel, dialogó con el rabino tras la agresión. «Tiene mucho dolor y fracturas, pero su espíritu es fuerte», manifestó el funcionario. «Después de lo que me dijo, entiendo que el incidente tiene evidentes características antisemitas», añadió.
El episodio ocurre justo después de la profanación el fin de semana de nueve tumbas en un cementerio judío de la provincia de San Luis.
Por su parte, un dirigente político local, Ariel Braverman, condenó un «acto horrible de neonazismo, intolerancia y odio por parte de sectores que mantienen un oscurantismo medieval».
– Atentados de 1992 y de 1994 –
En el último informe anual de la DAIA, difundido en setiembre de 2018, se reportó que «los hechos de antisemitismo crecieron en el país en un 14% en el último año y su mayor presencia se dio en las redes sociales».
En el pasado, la comunidad judía argentina afrontó dos grandes atentados ocurridos en la década de 1990: en 1992 la embajada de Israel fue destruida por un carro bomba en un ataque que dejó 29 muertos, y dos años después, otro coche bomba explotó en la sede de la AMIA con un saldo de 85 muertos y más de 300 heridos.
La agresión del rabino se produce en un momento en el que las declaraciones racistas y los discursos de odio degradan el clima político en muchos países del mundo.
Francia y Alemania han dado la voz de alarma las últimas semanas ante el resurgimiento de actos antisemitas.
Cementerios judíos profanados, efigies de victimas de la Soah cubiertas de cruces gamadas, agresión verbal contra un intelectual judío, Francia experimenta un «resurgimiento del antisemitismo sin duda inédito desde la Segunda Guerra Mundial», afirmó recientemente el presidente Emmanuel Macron, tras la publicación de cifras que daban cuenta de un incremento de 74% de actos antisemitas en el mundo.