México, 15 feb (EFE).- El Gobierno mexicano ve con «preocupación» la detención en EE.UU. en circunstancias «poco claras» de Daniel Ramírez Medina, beneficiado por un programa del expresidente Barack Obama para inmigrantes que llegaron de niños al país y que son conocidos como «dreamers».
El subsecretario para América del Norte de la cancillería mexicana, Carlos Sada, dijo hoy a Radio Fórmula que Ramírez «es uno de los casi 600.000 muchachos que son de origen mexicano llevados a EE.UU. desde muy pequeños, es el caso de Daniel desde los siete años».
«Nos preocupa porque son muchachos que están con un estatus legal adecuado; (…). Daniel no solo sacó una vez su permiso DACA, sino que lo volvió a renovar en el 2016».
Por ello, esta acción genera «una gran presión, nerviosismo y angustia entre la gran comunidad de muchachos» amparados por el programa de alivio migratorio Acción Diferida (DACA) aprobado en 2012 por Obama.
Sada destacó que hasta ahora no se han cambiado las disposiciones establecidas «en la época de Obama a través de la orden ejecutiva que en su momento existió» para registrar a estos jóvenes en el programa y confió en que no sea una tendencia.
«No hay una cacería» de dreamers «porque no han cambiado las condiciones» a partir de la llegada al poder de Donald Trump a la Casa Blanca, dijo, pero sí hay una nueva realidad en torno a los indocumentados que han tenido una orden de aprehensión previa, pues están deteniendo «a muchos».
El subsecretario descartó una deportación inmediata de Ramírez Medina, detenido «colateralmente» en una residencia familiar de Des Moines (estado de Washington), y señaló que ya hay un abogado al frente del caso y se va a pelear en la Corte, dado que está programada una audiencia para el viernes.
El objetivo es «que se agoten todos los procedimientos legales y se ponga en perspectiva y en claro qué es lo que sucedió y por qué le detuvieron y le están iniciando un proceso de deportación», abundó tras señalar que «lo están inculpando» de pertenecer a una banda.
De acuerdo con un comunicado del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) dirigido a Univision, Ramírez Medina es un «riesgo para la seguridad pública», ya que reconoció «estar afiliado con pandillas».
«Ramírez -quien admitió ser miembro de una pandilla- fue hallado en una residencia en Des Moines, Washington, durante una operación que tenía como objetivo a un delincuente que ya había sido deportado anteriormente», apuntó el ICE.
La defensa del joven, sin embargo, negó categóricamente que forme parte de pandilla alguna y denunció que los agentes le obligaron a confesarlo una vez detenido.
Sada indicó que la encargada del Consulado de Seattle estuvo en el Centro de Detención de Takoma hablando con el papá a fin de que éste pueda decir «qué es lo que pasó en todo este proceso para tener toda la claridad y fortalecer las instancias legales».
«El papá sí tenía orden de deportación y colateralmente agarran a este muchacho en condiciones poco claras», añadió.
Destacó que seguirán «hablando con los agentes de migración para que este tipo de casos no se repitan porque tienen una protección legal adecuada».