Caracas (AFP) – El gobierno venezolano intervino este jueves Banesco -principal banco del país- y detuvo a su presidente, como parte de una operación con la que busca doblarle el brazo a supuestas mafias a las que culpa de hundir la moneda local.
Tras el arresto de Óscar Doval, presidente ejecutivo de Banesco, y de otros 10 de sus directivos, el gobierno intervino por 90 días la entidad con presencia en Estados Unidos, Panamá, República Dominicana y España.
«Se espera reconducir la administración del banco, saneándolo y despojándolo de toda actividad ilícita», señaló la Vicepresidencia Sectorial de la Economía en un comunicado.
Según el gobierno, el banco cometió «graves y notorias faltas a sus obligaciones de prevención de legitimación de capitales», por lo que designó una junta administradora para corregir las supuestas fallas.
El comunicado asegura que la entidad usaba los ahorros de sus usuarios «para la distorsión del mercado cambiario ilícito y especulativo», y arremeter contra el sistema económico.
Doval fue arrestado tras declarar el miércoles ante la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim), que lo había citado junto con otros directivos.
También fueron apresados un consultor jurídico, cuatro vicepresidentes, un director, dos gerentes y dos oficiales de servicio, anunció más temprano a la prensa el fiscal general, Tarek William Saab.
«Nadie, sea quien sea, banquero, magnate o muy poderoso, puede actuar de esta forma sin que la justicia actúe en su contra», dijo el funcionario.
Saab aseguró que son sospechosos de facilitar o encubrir «ataques» contra el bolívar mediante la salida de papel moneda hacia otros países y la especulación con el precio del dólar en el mercado negro.
«El objetivo final (de esas acciones) ha sido destruir la moneda», aseguró el fiscal.
– Actuación «desproporcionada» –
Banesco cerró 2017 como líder en el renglón de activos, con 21,32% de participación de mercado, según sus balances.
Además, ocupa el primer lugar en cartera de crédito y es segundo en captaciones del público, según la firma Aristimuño Herrera & Asociados.
El presidente de Banesco Grupo Financiero Internacional, Juan Carlos Escotet, anunció este jueves que en las próximas horas viajará desde Portugal a Venezuela a «socorrer» a sus compañeros en este «injusto y duro trance».
«Hemos cumplido a cabalidad con toda la normativa (…). Vamos a recurrir a todas las instancias necesarias para que el problema se acabe y sean puestos en libertad como merecen», señaló en un video publicado en Twitter.
Escotet consideró que el caso se ha tratado de forma «desproporcionada» y prometió reforzar los controles para impedir cualquier ilícito.
La acciones contra el banco forman parte de la operación «Manos de papel», desplegada a mediados de abril contra presuntas mafias cambiarias y que deja como resultado 134 arrestos y 1.380 cuentas congeladas, 1.000 de ellas de Banesco. También fueron bloqueadas tres casas de cambio virtuales.
El gobierno sostiene que esas redes son culpables del hundimiento del bolívar, mediante la fijación de tasas del «dólar negro» que multiplican hasta por 12 la cotización oficial.
El mercado paralelo ha florecido a la par del estricto control de cambios vigente, a través del cual el Ejecutivo monopoliza las divisas desde 2003.
Ante la caída de la renta petrolera, el gobierno prácticamente congeló la entrega de dólares al sector privado, que debe recurrir al mercado negro para importar productos y materias primas, lo cual dispara el costo de vida.
Según el FMI, la hiperinflación trepará este año por encima de 13.800%.
El fiscal subrayó que la meta es «desmontar todo un sistema financiero paralelo», con conexiones en Colombia y Panamá, y tranquilizó a los ahorristas señalando que la pesquisa no afectará sus depósitos.