Samarcanda (Uzbekistán).- La Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS), un tratado de biodiversidad de las Naciones Unidas, presentó el primer informe sobre el estado de las especies migratorias del mundo.
Revelado durante la apertura de la conferencia CMS COP14, este informe histórico pone en relieve una realidad preocupante: casi la mitad de las especies migratorias monitoreadas están experimentando una disminución en sus poblaciones, y más de una de cada cinco enfrentan la amenaza de extinción.
Este exhaustivo análisis, preparado por científicos conservacionistas del Centro de Vigilancia de la Conservación Mundial del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA-WCMC), con contribuciones de instituciones como BirdLife International, la Unión para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL), examina las condiciones de 1.189 especies animales reconocidas por la CMS como necesitadas de protección internacional.
A pesar de ciertos avances positivos, el informe subraya una tendencia alarmante: el riesgo de extinción está aumentando para las especies migratorias a nivel mundial, incluidas aquellas no listadas por la CMS, con un 97% de los peces migratorios amenazados de extinción.
Las principales amenazas identificadas son la sobreexplotación y la pérdida de hábitat, exacerbadas por actividades humanas como la agricultura y la expansión de infraestructuras.
Además, el cambio climático, la contaminación y las especies invasoras representan desafíos significativos.
Sorprendentemente, 399 especies migratorias que están amenazadas o casi amenazadas de extinción aún no están incluidas en la lista de la CMS, resaltando la necesidad de una acción internacional coordinada más amplia.
Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, enfatiza la urgencia de traducir estos hallazgos en acciones de conservación concretas.
“El informe de hoy nos muestra claramente que las actividades humanas insostenibles están poniendo en peligro el futuro de las especies migratorias, criaturas que no sólo actúan como indicadores del cambio ambiental sino que desempeñan un papel integral en el mantenimiento del función y resiliencia de los complejos ecosistemas de nuestro planeta”, dijo Andersen.
Las especies migratorias, desde aves hasta mamíferos y peces, realizan viajes transcontinentales cruciales para el equilibrio ecológico y la biodiversidad.
Su declive no solo es un indicador de la salud ambiental global sino que también afecta directamente los servicios ecosistémicos vitales para la humanidad, como la polinización y el control de plagas.
El informe llama a fortalecer los esfuerzos contra la captura ilegal e insostenible, proteger y gestionar eficazmente los sitios importantes para las especies migratorias, y abordar urgentemente el cambio climático y la contaminación. Destaca también la importancia de expandir las listas de la CMS para incluir a más especies en riesgo que requieren atención urgente.
“Dada la precaria situación de muchos de estos animales, no podemos darnos el lujo de demorarnos y debemos trabajar juntos para hacer realidad las recomendaciones”, dijo Andersen.
Este análisis no sólo subraya la precaria situación de muchas especies sino que también muestra que la recuperación es posible a través de acciones y políticas efectivas.
Ejemplos de éxito como la reducción significativa en el uso de redes ilegales para aves en Chipre y la conservación del antílope Saiga en Kazajstán ilustran el impacto positivo de las iniciativas de conservación coordinadas.
La CMS COP14 en Samarcanda, Uzbekistán, no solo establece un precedente al ser la primera COP de cualquier tratado ambiental global en Asia Central, sino que también brinda una oportunidad única para avanzar en la implementación de estrategias de conservación globales basadas en la ciencia más reciente.
El futuro de las especies migratorias depende de la acción global: es imperativo actuar ahora para asegurar su supervivencia y el bienestar de nuestros ecosistemas.