Brasilia (Brasil).- El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) de las Naciones Unidas, en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ha emprendido una iniciativa pionera para revitalizar las cuencas de Piauí-Canindé en Brasil.
Esta alianza estratégica busca mejorar la vida de 210.000 habitantes rurales en Piauí, una de las áreas más desfavorecidas del país.
Este proyecto, denominado Piauí Sostenible e Inclusivo (PSI), no sólo incrementará los ingresos de los pequeños agricultores, sino que también fortalecerá la seguridad alimentaria y nutricional de la región.
Con una inversión total de 147,5 millones de dólares, este proyecto es un ejemplo claro de cooperación interinstitucional. El FIDA aporta 18 millones, el BID 100 millones y el estado de Piauí contribuye con 29,5 millones.
Rossana Polastri, Directora Regional del FIDA para América Latina y el Caribe, enfatiza la importancia de este esfuerzo conjunto, destacando su rol en la promoción de la recuperación ambiental y el desarrollo sostenible en una de las zonas más vulnerables de Brasil.
Por su parte, Morgan Doyle, Representante del BID en Brasil, resalta la atención especial que se dará a las poblaciones más vulnerables, incluyendo mujeres, jóvenes y comunidades quilombolas.
El proyecto se centra en mejorar no solo la producción agrícola, sino también en fortalecer la resiliencia de estas comunidades frente al cambio climático.
“El BID está firmemente comprometido con la mejora de la producción agrícola de estas comunidades, su acceso a los alimentos y su capacidad de adaptación al cambio climático”, dijo Doyle.
Rafael Fonteles, gobernador de Piauí, subraya el impacto positivo de intervenciones anteriores en el bienestar de miles de familias en la región semiárida del estado.
“La inversión mejorará la situación de las familias más vulnerables de las zonas rurales remotas que registran el índice de desarrollo humano más bajo, con especial atención a las mujeres y las comunidades tradicionales”, dijo Fonteles.
Piauí, parte del Sertão, la región semiárida del nordeste de Brasil, ha sido históricamente la mayor bolsa de pobreza rural de América Latina. Hoy, 3 millones de personas viven en la pobreza extrema en el Sertão, con casi la mitad en áreas rurales.
El PSI no solo aborda la escasez de agua y la degradación ambiental, sino que también mejora el acceso a servicios básicos como agua y saneamiento.
Esta inversión conjunta promueve un desarrollo rural sostenible, atendiendo problemas estructurales como la baja productividad agrícola y la vulnerabilidad al cambio climático.
El proyecto también se enfoca en la creación de oportunidades de ingresos para mujeres y jóvenes en zonas rurales, mediante inversiones en apicultura y cultivo de anacardos, entre otras.
Se reforzará el acceso a los recursos naturales, y se incluirá formación en liderazgo y toma de decisiones. Además, se promoverá la igualdad de género mediante la introducción de tecnologías como la energía renovable y sistemas de captación de agua para mejorar el saneamiento, la higiene y la diversidad nutricional de los hogares.
Finalmente, el PSI mejorará el abastecimiento de agua potable con cisternas domésticas y sistemas simplificados de abastecimiento de agua.
También se implementarán sistemas de saneamiento básico y se establecerán pasajes húmedos para facilitar el transporte durante las estaciones lluviosas.
Esta iniciativa representa un paso significativo hacia la reducción de la pobreza y el fortalecimiento de la producción y comercialización agrícola en una de las regiones más desafiantes de Brasil.