Washington, 1 feb (EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó hoy la previsión de crecimiento en Uruguay este año al 1,4 %, frente al 1,1 % estimado previamente, al destacar que se encuentra en una trayectoria «de recuperación incipiente», pero advirtió de la necesidad de reducir la inflación y el déficit fiscal.
«Uruguay muestra resistencia en un contexto de recesión en sus vecinos más grandes (Brasil y Argentina). La desaceleración económica llegó a su punto mínimo en 2016, y hay algunos indicios de que la economía se encuentra en una trayectoria de recuperación incipiente», señaló el Fondo en su revisión anual de la economía uruguaya.
De cara al futuro, las proyecciones apuntan a un crecimiento del 1,4 % este año, seguido por un 2,6 % en 2018 y un 3,4 % en 2019.
«A pesar de la desaceleración de la actividad», agregó la institución, «la inflación se mantiene en niveles superiores a la banda fijada como meta por el banco central», ubicada en el 3 % y el 7% anual para 2019.
En 2016, Uruguay registró un alza de precios del 8,5 % y se prevé que progresivamente se reduzca al 8,3 % en 2017 y al 7,2 % en 2018.
Para reducir la inflación, el Fondo recomendó «una política monetaria restrictiva» y la «fijación de salarios».
Por otro lado, el Fondo alabó las medidas de ajuste fiscal como el aumento de impuestos en 2017, dentro de su compromiso de llevar el déficit fiscal a un 2,5% del producto interior bruto (PIB) antes de 2019.
En 2016, el desequilibrio en las cuentas públicas fue del 3,8 % y se espera que en 2017 baje al 3,4 %.
«El esfuerzo de consolidación fiscal es esencial para proteger la credibilidad ante los inversionistas internacionales que Uruguay ha ganado con tanto esfuerzo, y enfrentar las dificultades fiscales a largo plazo que implica el envejecimiento de la población», subrayó la institución financiera internacional.
Finalmente, sobre los riesgos de futuro, el Fondo insistió en que «una recuperación más lenta que la esperada en Argentina y Brasil y un crecimiento débil en China afectarían la economía de Uruguay, mientras que el deterioro de las condiciones financieras mundiales elevaría el costo de financiación».
No obstante, remarcó, éstos «se ven atenuados por las sólidas reservas de liquidez y el tipo de cambio flexible».