París (AFP) – Con flores en las manos, varios cientos de personas se dieron cita este sábado en París para la inauguración de un jardín público en homenaje a la concejal brasileña asesinada en 2018 en Río de Janeiro, Marielle Franco, en un emotivo acto en el que estuvo presente su familia.
«Marielle solía decir que las flores de la resistencia nacen del asfalto, por eso vinimos hoy todos con flores a rendirle tributo», explica a la AFP Gabriela Lobosc, una brasileña de 32 años que tiene pintado en el rostro las palabras «Marielle vive».
Como ella, varios cientos de personas, brasileños residentes en París, pero también franceses, acudieron a la inauguración de un jardín público que desde ahora llevará el nombre de esta mujer negra, que murió de cuatro tiros en la cabeza el 14 de marzo de 2018, en un crimen aún impune.
«Es muy emotivo y no creo que sea un azar que una ciudad como París, que es un símbolo de la resistencia, de la igualdad y de la lucha haya tomado esta iniciativa», añade esta estudiante en literatura, a quien los ojos le brillan al recordar a esta mujer que encarnaba la esperanza de renovación política en Brasil.
«¡No pensaba que iba a haber tanta gente!», se exclama Gabriela Motta, una brasileña de 24 años, mientras hace fila para poder entrar al jardín, ubicado junto a la Gare de l’Est, una de las principales estaciones ferroviarias al noreste de la capital francesa.
Dos policías filtran el acceso al parque, completamente abarrotado. «Estoy muy triste porque quería escuchar hablar a la familia. Pero voy a esperar. Quizás pueda entrar después», dice esta joven, mientras estruja contra su pecho un ramo de flores blancas envuelto en celofán.
– ‘¡Pedimos justicia!’ –
Los padres de Marielle Franco, Antonio y Marinete da Silva, así como su hija, Luyara Franco, participaron en el acto, en el que estuvieron presentes el alcalde adjunto de París, Patrick Klugman, y la alcaldesa del distrito 10 de París — donde está ubicado el parque –, Alexandra Corderbard.
«Un año y medio después de su asesinato, seguimos exigiendo una respuesta. Pedimos que se haga justicia y que este crimen no quede impune», declara su padre en un discurso pronunciado desde una tribuna improvisada, en la que se colocó un retrato de Marielle, que este año habría cumplido 40 años.
«El día de hoy, Francia, en un gesto memorable de solidaridad, se une una vez más a Brasil en un mensaje de resistencia. Recibir este homenaje de la patria que es la cuna de los derechos humanos es la distinción más grande entre todos los honores que nos han hecho», añade, visiblemente emocionado.
«¡Marielle presente hoy y siempre!», lanza al terminar su discurso, que despierta una ovación general.
Después de guardar un minuto de silencio, las autoridades desvelan una placa verde con letras blancas, que reza: «Marielle Franco (1979-2018). Activista de los derechos humanos y feminista».
«No es normal que no se sepa aún quién la mandó a matar, no puede haber impunidad», comenta Alice Brunet, una brasileña de 27 años residente en París, que disimula su emoción bajo gafas de sol.
«Aunque Brasil atraviesa un mal momento, creo que los brasileños van a despertarse pronto, no dejarán que haya impunidad», espera su compatriota Gabriela Lobosc.