Brasilia (AFP) – La fiscal general de Brasil, Raquel Dodge, denunció este martes interferencias en la investigación sobre el asesinato de la concejal Marielle Franco y su chofer en Rio de Janeiro en 2018, y pidió la apertura de un caso federal para hallar a los autores intelectuales del crimen.
«Está siendo presentada esta tarde una denuncia, que revela que hubo una distorsión de la investigación para que la línea de investigación pase lejos de los verdaderos autores de este asesinato doble», dijo Dodge al pronunciar un discurso en ocasión del fin de su mandato como procuradora general.
Domingos Brazao, consejero del Tribunal de Cuentas de Rio de Janeiro (sureste) apartado de su cargo por corrupción, así como dos policías, un comisario y una abogada «participaron en una puesta en escena que condujo a la distorsión de las investigaciones» por más de un año, afirmó Dodge.
Dodge señaló que Brazao «se acercó a personas influyentes» y mediante testimonios falsos buscó desviar la «línea investigativa que podía identificarlo como autor intelectual de los crímenes», indicó la fiscalía general en un comunicado.
Poco antes del aniversario del crimen, en marzo pasado, la justicia de Rio detuvo al presunto ejecutor y al conductor del coche desde el que se efectuaron los disparos contra Franco y su chofer Anderson Gomes.
Pero se registró una «inercia» a la hora de identificar quiénes son los autores intelectuales, afirmó Dodge, quien hizo la denuncia después de tener acceso a una investigación de la Policía Federal sobre la pesquisa realizada en Rio.
Por ello, solicitó al Superior Tribunal de Justicia (STJ) abrir una investigación para determinar quien fue el autor intelectual y dejar la dilucidación del caso en manos de la justicia federal y no de la estatal.
Franco y Gomes fueron acribillados cuando se trasladaban en su auto en el centro de Rio, el 14 de marzo de 2018.
La concejal, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL, izquierda), tenía 38 años cuando fue asesinada. Era una firme defensora de los derechos de los jóvenes negros, de las mujeres, de la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgénero), y crítica con la violencia policial en las favelas de Rio, en una de las cuales había crecido.
Tras su muerte, que conmocionó al país, Franco pasó de ser conocida apenas en el ámbito de la política local a convertirse en un símbolo mundial de resistencia.