Washington (DC).- La misión NEOWISE (Near-Earth Object Wide-field Infrared Survey Explorer) de la NASA ha llegado a su fin.
Después de más de diez años dedicados a la vigilancia de asteroides y cometas que podrían representar una amenaza para la Tierra, la nave espacial ha apagado su transmisor por última vez.
Este cierre de operaciones se llevó a cabo el pasado jueves desde el Centro de Operaciones de Misiones en Órbita Terrestre en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en el sur de California.
Con la presencia de miembros actuales y pasados de la misión, así como de funcionarios de la sede de la NASA en Washington, se envió la orden final que desconectaría a NEOWISE de nuestro seguimiento.
Nicola Fox, administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas en la NASA, destacó el éxito de la misión.
«NEOWISE nos ha ayudado a comprender mejor nuestro lugar en el universo, rastreando aquellos cuerpos celestes que podrían ser peligrosos para nosotros».
A pesar del inevitable sentimiento de tristeza que acompaña el fin de una era, Fox también se mostró entusiasta por los futuros descubrimientos que esta misión ha permitido preparar, incluyendo la base para el próximo telescopio de defensa planetaria.
La necesidad de finalizar la misión surgió debido a que la órbita de NEOWISE ha descendido demasiado, dificultando la obtención de datos científicos útiles.
La atmósfera superior de la Tierra, influida por un aumento en la actividad solar, ha expandido y creado resistencia en la nave, que carece de un sistema de propulsión para mantener su órbita. Se espera que NEOWISE se desintegre de manera segura en nuestra atmósfera hacia finales de 2024.
Desde su lanzamiento en diciembre de 2009, el telescopio WISE (Wide-field Infrared Survey Explorer), predecesor de NEOWISE, comenzó su misión con el objetivo de explorar el cielo infrarrojo durante siete meses.
Con una sensibilidad superior a estudios previos, logró mapear el cielo completo en julio de 2010. Aunque la pérdida de refrigerante terminó su capacidad para observar los objetos infrarrojos más débiles del universo, NEOWISE se adaptó para enfocarse en asteroides y cometas con fuertes señales infrarrojas, visibles al ser calentados por el sol.
El verdadero legado de NEOWISE, sin embargo, reside no solo en sus descubrimientos, sino en la puerta que ha abierto para futuras investigaciones.
«NEOWISE ha sido fundamental en nuestra búsqueda por cartografiar los cielos y comprender el entorno cercano a la Tierra», dijo Laurie Leshin, director del JPL de la NASA.
Bajo su vigilancia, se crearon mapas completos del cielo que incluyen 1,45 millones de mediciones infrarrojas de más de 44.000 objetos del sistema solar, identificando 215 objetos cercanos a la Tierra y descubriendo 25 nuevos cometas.
Además de los avances en la defensa planetaria, la misión NEOWISE ha sido crucial para el desarrollo del telescopio espacial infrarrojo NEO Surveyor, diseñado específicamente para detectar objetos cercanos a la Tierra.
Esta próxima generación de telescopios, que busca mejorar significativamente las capacidades de la comunidad internacional de defensa planetaria, está en construcción y se espera su lanzamiento no antes de 2027.
Con la finalización de NEOWISE y el desarrollo continuo de NEO Surveyor, la NASA cumple con la Ley de Autorización de la NASA de 2005, que le ordena descubrir y caracterizar al menos el 90% de los objetos cercanos a la Tierra de más de 140 metros de diámetro.
Estos esfuerzos no solo enriquecen nuestro conocimiento científico, sino que fortalecen la seguridad de nuestro planeta frente a posibles impactos devastadores.