Buenos Aires (AFP) – El presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció un nuevo gabinete este viernes, en un intento por sofocar una crisis política que a lo largo de la semana lo enfrentó duramente con su vicepresidenta, Cristina Kirchner, tras una derrota electoral en primarias legislativas.
Juan Manzur, gobernador de la provincia de Tucumán y propuesto por la vicepresidenta, asumirá como jefe de gabinete en reemplazo de Santiago Cafiero, uno de los funcionarios más cuestionados por Kirchner, anunció la presidencia. Los nuevos ministros jurarán sus cargos el lunes.
A la vez, Cafiero fue designado como nuevo canciller, en sustitución de Felipe Solá, quien se encuentra en México para la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en representación del presidente.
Debido a la crisis, Fernández declinó de su viaje a México y también de asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas la semana próxima en Nueva York.
Los nuevos ministros que ingresan al gabinete son Aníbal Fernández (Seguridad), Julián Domínguez (Ganadería, Agricultura y Pesca), Juan Perzyck (Educación) y Daniel Filmus (Ciencia y Tecnología).
También fue nombrado Juan Ross como nuevo secretario de Comunicación y Prensa, en reemplazo de Juan Pablo Biondi, a quien la vicepresidenta había rechazado abiertamente y acusó de organizar «operaciones en off».
El gobierno de Fernández y Kirchner ha atravesado esta semana por su crisis más aguda después de las elecciones primarias legislativas del domingo pasado, en las que la coalición oficialista Frente de Todos (peronismo de centro-izquierda) consiguió solo 31% de los votos a nivel nacional.
Esos resultados ponen en riesgo la mayoría oficialista en el Senado para las elecciones parlamentarias parciales del 14 de noviembre y alejan la posibilidad de conseguirla en la Cámara de Diputados, cuando aún restan dos años del mandato Fernández-Kirchner.
Ministros ratificados –
La crisis de gobierno estalló el miércoles, cuando el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, puso su cargo a la disposición del mandatario. Junto con él, otros cuatro ministros ofrecieron su renuncia. Todos ellos son considerados como cercanos a Kirchner y esa acción fue leída como una presión sobre Fernández para modificar todo el gabinete.
«¿En serio creen que no es necesario, después de semejante derrota, presentar públicamente las renuncias y que se sepa la actitud de los funcionarios y funcionarias de facilitarle al Presidente la reorganización de su gobierno?», escribió Kirchner el jueves en una carta en la que criticó a jerarcas que «se atornillan a los sillones».
Pero finalmente, De Pedro y los demás quedaron ratificados en sus cargos este viernes. También permanece en su cargo Martín Guzmán, ministro de Economía y principal interlocutor con el Fondo Monetario Internacional.
Pobreza y FMI –
En recesión desde 2018, Argentina atraviesa una crisis económica que se vio agravada por la pandemia de covid-19.
Para amortiguar los efectos de la parálisis de la economía por las restricciones sanitarias, el gobierno realizó fuertes emisiones de dinero, especialmente en 2020, pese a su incidencia en la inflación.
Kirchner, quien fue presidenta entre 2007 y 2015, criticó esta semana a Fernández por no haber emitido más dinero en 2021 y evocó que, según las previsiones del presupuesto «falta ejecutar 2,4% del Producto Interno Bruto, más del doble de lo ejecutado y restando solo cuatro meses para terminar el año… con pandemia y delicadísima situación social».
A sus elevados índices de pobreza (42%) y desempleo (10%), Argentina suma una de las tasas de inflación más altas del mundo (32% de enero a agosto) y tiene pendiente una deuda de 44.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional.
El próximo 22 de septiembre, el país debe pagar al FMI un vencimiento de capital por 1.900 millones de dólares y en diciembre otro por el mismo monto.
El gobierno de Fernández intenta lograr un acuerdo de facilidades ampliadas que reemplace al stand-by suscrito en 2018.
Gerry Rice, vocero del FMI, ratificó el jueves en Washington que se continúa «el trabajo con las autoridades argentinas para profundizar las discusiones técnicas hacia un programa respaldado por el FMI».