Santiago (Chile).- En 2023, América Latina y el Caribe registraron un alarmante número de feminicidios, con al menos 3.897 mujeres asesinadas por razones de género, según el último informe del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la CEPAL.
Esta cifra traduce a una media de 11 mujeres víctimas diariamente, una estadística que subraya la persistencia de patrones patriarcales y violentos en la región.
El informe, titulado «Violencia feminicida en cifras. América Latina y el Caribe: actuar con sentido de urgencia para prevenir y poner fin a los feminicidios», se lanzó como parte de la Campaña ÚNETE de las Naciones Unidas, que busca erradicar la violencia contra las mujeres antes de 2030.
José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL, destacó la necesidad de un cambio inmediato.
«Es tiempo de actuar con sentido de urgencia. A pesar de los avances legislativos, el feminicidio sigue siendo una cruda realidad en nuestra sociedad».
Todos los países y territorios de la región cuentan con legislaciones destinadas a combatir la violencia de género.
Diecinueve de ellos han establecido leyes específicas contra el feminicidio, muchas de las cuales derivan de la adopción de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará) y de la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos legislativos, la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo una realidad extendida en América Latina y el Caribe, una flagrante violación a sus derechos humanos.
Las encuestas nacionales indican que entre el 63% y el 76% de las mujeres en la región han sufrido algún tipo de violencia de género en sus vidas, y, según la Organización Mundial de la Salud, una de cada cuatro ha enfrentado violencia física y/o sexual por parte de su pareja.
El año 2023 vio tasas preocupantes de feminicidio en varios países de la región. Honduras, con 7.2 casos por cada 100.000 mujeres, la República Dominicana con 2.4, y Brasil con 1.4, se encuentran entre los más altos.
Mientras tanto, en el Caribe, Jamaica reportó 13 feminicidios, seguido por Suriname con 4, en un total de 20 víctimas de violencia de género con resultado de muerte.
El reporte también señala que la mayoría de los feminicidios se producen dentro de relaciones de pareja, tanto vigentes como finalizadas. En países como Puerto Rico, el 100% de los casos fueron perpetrados por la pareja o expareja.
Otros países como Paraguay, Cuba, Chile y Uruguay también mostraron altas proporciones de feminicidios cometidos en este contexto.
Frente a esta situación, la CEPAL insta a los gobiernos a mejorar los sistemas de registro e información y a incrementar los recursos presupuestarios destinados a diseñar políticas públicas eficaces.
También enfatiza la importancia de invertir en la prevención y en fortalecer las medidas de protección para las víctimas, incluyendo el acceso a servicios médicos, psicosociales y de asistencia jurídica, así como oportunidades educativas, económicas y laborales.
Las respuestas institucionales deben mejorar para generar confianza en las víctimas y motivarlas a denunciar los abusos y buscar apoyo.
Según encuestas realizadas entre 2019 y 2024 en ocho países, solo entre un 20% y un 30% de quienes sufren violencia utilizan los servicios estatales diseñados para su protección.
Este informe no solo destaca la urgencia de abordar la violencia feminicida como una prioridad regional, sino también como un desafío crítico en la lucha global por los derechos humanos y la igualdad de género.
La región de América Latina y el Caribe debe redoblar esfuerzos, no solo para combatir estos crímenes, sino para prevenirlos, asegurando un futuro más seguro y justo para todas las mujeres y niñas.