Quito (AFP) – Un feminicidio perpetrado en Ecuador por un venezolano generó brotes de xenofobia contra personas de esa nacionalidad que llevaron al gobierno a hacer un llamado para evitar el aumento de la violencia, pero también a imponer rígidas medidas migratorias.
El asesinato de una ecuatoriana el sábado en Ibarra (norte) desencadenó que sectores de la población desalojaran a venezolanos de hoteles, viviendas y parques donde dormían y les exigieran que abandonen la ciudad, principal paso hacia el interior de Ecuador, según medios nacionales.
«El agresor, en este caso, es un ciudadano extranjero, lo que podría provocar una generalización que sólo traerá más violencia. Es momento de recordar que el nuestro también es un pueblo migrante», dijo el lunes el vicepresidente Otto Sonnenholzner.
El funcionario -de ascendencia alemana y libanesa- pidió a la población por radio y televisión «actuar con los demás como quisiéramos que actúen con nosotros».
Sin embargo, también anunció nuevas disposiciones para los venezolanos que ingresan a su país, quienes antes solo debían presentar su cédula para cruzar la frontera.
«Desde hoy y en vista de que el gobierno venezolano separó a su país de la Comunidad Andina, se requerirá para todos sus nacionales la presentación del pasado judicial apostillado», señaló.
– «Espiral de violencia» –
Entretanto, el gobierno de Nicolás Maduro acusó a Ecuador de alentar la persecución de venezolanos.
«El comunicado del presidente [Lenín] Moreno instigó una espiral de violencia xenófoba contra la comunidad migrante venezolana en el Ecuador y corresponde a su gobierno la obligación de preservar la integridad y la vida de los venezolanos en ese país», expresó este lunes el canciller venezolano, Jorge Arreaza, al leer un comunicado.
El secretario de Comunicación de la presidencia ecuatoriana, Andrés Michelena, señaló, por su parte, que existe una «estrategia de Maduro» para enviar presos venezolanos a Ecuador.
«No podemos tolerar que envíe a personas que tiene detenidas en sus cárceles al Ecuador, por eso rechaza la entrega de récord judicial», escribió Michelena en Twitter.
Como lo hicieran la víspera de manera multitudinaria, grupos feministas volverán a movilizarse el lunes por la tarde en Quito contra la violencia a la mujer. En Ibarra el gobierno desplegó más fuerzas policiales.
Las autoridades estiman que unos 300.000 venezolanos que han huido de la crisis política y económica en su país viven actualmente en Ecuador. Entre 2014 y 2018 ingresaron más de 1,2 millones, de acuerdo con la cancillería, que ha otorgado unas 97.000 visas a peticionarios de esa nacionalidad.
Asociaciones de venezolanos en Ecuador expresaron su descontento por los ataques. «De manera categórica rechazamos cualquier tipo de xenofobia o discriminación que pueda nacer a partir de los sucesos ocurridos en Ibarra», manifestaron en un comunicado.
La policía reportó que «no existen ciudadanos venezolanos fallecidos o heridos producto de altercados» en la localidad andina, y que uniformados realizan «controles permanentes a fin de resguardar la seguridad ciudadana».
– Sin datos de venezolanos –
«Ecuador es y será un país de paz», expresó Moreno el domingo en Twitter. «No permitiré que ningún antisocial nos la arrebate».
A los venezolanos «les hemos abierto las puertas, pero no sacrificaremos la seguridad de nadie», añadió el gobernante, quien desde el lunes participa en el Foro de Davos.
El presidente anunció asimismo la conformación de «brigadas para controlar la situación legal de los inmigrantes venezolanos» y dijo que se analiza «la posibilidad de crear un permiso especial de ingreso al país» para esos extranjeros.
Sonnenholzner agregó el lunes que los controles migratorios «se fortalecerán» mediante un registro para conocer con «mayor precisión» la situación de los venezolanos en Ecuador.
«Sin generalizaciones, pero con mano firme, hoy debemos diferenciar entre venezolanos que huyen del gobierno de [Nicolás] Maduro y otros que aprovechan esta situación para delinquir», indicó el vicepresidente.
Sostuvo que su gobierno ha agotado todos los esfuerzos, pero que «Venezuela se niega a entregar bases de datos» que permitan «verificar la información de quienes llegan al país».
El crimen en Ibarra se produjo cuando el hombre sostenía del cuello a su pareja y la acuchilló mientras estaba rodeado por varios policías que lo apuntaban con sus armas y que no actuaron para evitar el feminicidio en plena calle.
El vicepresidente expresó que los policías que acudieron a la llamada de auxilio de la mujer «no fueron capaces de actuar para salvar su vida», por lo que habrá sanciones para los uniformados responsables de la «inacción».