Caracas (AFP) – Un grupo de opositores que estuvieron presos en Venezuela y familiares de otros que están aún detenidos protestaron este martes, tirándose en el piso simulando estar muertos, para reclamar la visita al país de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU.
«La Alta Comisionada, Michelle Bachelet, tiene que venir a Venezuela porque desde el Consejo de Seguridad se afirmó que es urgente que lo haga (…). La dictadura de Nicolás Maduro viola los derechos humanos», dijo Lilian Tintori, esposa del líder opositor Leopoldo López, quien cumple en su casa una condena de casi 14 años de prisión.
Los opositores, entre ellos el exalcalde de la ciudad de San Cristóbal (oeste) Daniel Ceballos, se acostaron en el suelo frente a la sede del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Caracas.
Otras personas les dibujaron con tiza las siluetas de sus cuerpos, en protesta también por la muerte del concejal Fernando Albán el 8 de octubre pasado en la sede del servicio de inteligencia (Sebin) en Caracas.
Según el fiscal general, Tarek William Saab, el concejal se suicidó lanzándose desde el décimo piso del edificio donde estaba detenido, pero la oposición denuncia que murió torturado durante un interrogatorio y que su cuerpo fue arrojado sin vida al vacío para borrar evidencias de su muerte.
«Hay 404 presos políticos en Venezuela y es urgente la liberación de todos porque están en riesgo, no queremos que los maten, que les sigan violando sus derechos humanos. En representación de Fernando Albán nos hemos tirado al piso», señaló Tintori.
Albán fue arrestado por su supuesta participación en la explosión de dos drones cerca de la tarima en la que el presidente Nicolás Maduro daba un discurso el 4 de agosto durante un acto militar.
Por el hecho, que Maduro denunció como un intento de magnicidio, hay una treintena de presos.
Según la ONG Foro Penal, en Venezuela hay unos 226 presos políticos.