Bogotá (AFP) – Jesús Santrich, el líder de la disuelta guerrilla de las FARC requerido en extradición por Estados Unidos bajo cargos de narcotráfico, se «autolesionó levemente» en prisión este viernes, aunque su salud es estable, según la autoridad penitenciaria.
Detenido desde abril de 2018, Santrich se infligió heridas en los brazos mientras esperaba su excarcelación, dispuesta el miércoles por el tribunal de paz que investiga los peores crímenes que cometieron rebeldes, militares y otras fuerzas antes de la firma del acuerdo de paz con las FARC en noviembre de 2016.
Estados Unidos se opone con fuerza a la excarcelación y está presionando para obtener su extradición.
Santrich, de 52 años, «se autolesionó levemente» pero ya «fue atendido por un médico del centro penitenciario y se encuentra bien de salud y estable», declaró a la prensa William Ruiz, director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC).
Según el funcionario, los responsables de seguridad estaban frente a la celda de Santrich, en la cárcel La Picota, en Bogotá, para garantizar su seguridad.
Antes de conocerse el parte oficial sobre lo ocurrido, seguidores de la exguerrilla exigían a gritos su liberación y advertían sobre el grave estado de salud del dirigente de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).
Un equipo de la AFP vio ingresar una ambulancia al centro de reclusión, aunque de momento se desconoce si Santrich será trasladado a un hospital. La autoridad penitenciaria no ofreció más detalles sobre el hecho.
El exnegociador rebelde está en la mira de Estados Unidos por su presunto intento de enviar cocaína a ese país después de firmar la paz.
Santrich se declara inocente y asegura que los señalamientos responden a un complot de Washington y la fiscalía colombiana. Durante su tiempo en prisión, ha realizado al menos dos huelgas de hambre.
– Habeas corpus a favor –
Este viernes, el Tribunal Superior de Bogotá le concedió un habeas corpus y ordenó su libertad, por lo que en teoría debería ser excarcelado el mismo día.
De su lado, el jefe máximo del partido, Rodrigo Londoño, se solidarizó con su excompañero de armas a través de mensajes en Twitter. «Seguiremos adelante contra toda tormenta por la defensa de la paz y lo acordado», escribió Londoño.
Aunque los jueces ya habían ordenado la libertad del exnegociador de paz, la medida aún no se ha hecho efectiva.
La justicia de paz dictó el fallo a favor de Santrich, alegando que no recibió de Estados Unidos las pruebas que supuestamente comprometen al exguerrillero en un delito cometido después de la firma del pacto de paz.
La embajada de Estados Unidos en Bogotá exigió el jueves la «apelación urgente» del fallo.
«Ninguna decisión en el futuro» cambia «el hecho de que un Gran Jurado» en Nueva York acusó a Santrich «por presuntamente conspirar para enviar 10.000 kilos de cocaína a Estados Unidos entre junio de 2017 y abril de 2018», advirtió la representación diplomática en un comunicado.
Molesto con la sentencia, el fiscal general de Colombia, Néstor Humberto Martínez, decidió el miércoles renunciar a su cargo, mientras el presidente Iván Duque se declaró «indignado» con la decisión.
Crítico del pacto de paz, Duque apoyó la apelación de la sentencia anunciada por la Procuraduría, advirtiendo que el caso no está «cerrado» y que está dispuesto a autorizar la extradición de Santrich.
El acuerdo que condujo al desarme de unos 7.000 combatientes prevé beneficios penales para los responsables de delitos atroces que contribuyan a la verdad, la justicia y reparación de las víctimas.
Sin embargo, deja sin efecto el blindaje contra la extradición para quienes hayan reincidido después de la entrada en vigor de los compromisos de paz.