México (AFP) – El exgobernador del estado de Veracruz Javier Duarte, llegó este lunes a la capital mexicana extraditado de Guatemala acusado de corrupción, delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, delitos que cometió presuntamente durante su mandato.
Duarte llegó a territorio mexicano a las 12h00 (17h00 GMT) a bordo de una avioneta de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) de México, veinte días después de que aceptara ser extraditado, confirmó a la AFP el departamento de Comunicación Social del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
El proceso de extradición concluyó este lunes con su traslado para que «enfrente los diversos procesos penales que se encuentran instaurados en su contra por delitos presuntamente cometidos en el ejercicio público cuando se desempeñó como Gobernador del Estado de Veracruz», reportaron en un comunicado la fiscalía y la cancillería mexicanas.
El exgobernador, de 43 años, fue sometido a un chequeo médico en las instalaciones militares guatemaltecas adonde había sido trasladado en horas de la madrugada bajo un fuerte dispositivo militar.
Duarte, gobernador de Veracruz de 2010 a 2016, es reclamado por la justicia de México por delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Durante el tiempo que estuvo encarcelado en Guatemala, Duarte enfrentó tres audiencias.
En Guatemala, uno de sus abogados, Carlos Velásquez, dijo a la cadena Televisa que Duarte «está muy tranquilo (…) Se ha analizado los cargos y vemos que son muy debatibles jurídicamente».
Duarte será trasladado a un reclusorio del norte de la capital mexicana donde tendrá una primera audiencia, dijo bajo anonimato a la AFP una fuente del Consejo de la Judicatura de la Federación.
Hace unos cinco años el PRI llegó a mostrarlo como parte «de una generación nueva (de gobernadores), que ha sido parte de la renovación del partido», y tras huir fue expulsado.
– ‘Sabe demasiado’ –
Seis meses después de darse a la fuga en un helicóptero que le facilitó su sucesor, fue detenido el pasado 15 de abril cuando se encontraba en un hotel del turístico municipio guatemalteco de Panajachel, a orillas del lago Atitlán.
Durante la gestión de Duarte como gobernador, Veracruz (este) se convirtió en uno de los estados más violentos de México, con 21 comunicadores asesinados, además de varios casos de desaparición forzada.
En medio de los escándalos de corrupción, el político renunció a su cargo en octubre del año pasado, un mes y medio antes de terminar su mandato.
Se lo acusa en México de haber tejido una red de testaferros a través de los cuales compró numerosas propiedades con dinero público, dejando a Veracruz prácticamente en la bancarrota.
Existen indicios de que sus prácticas de corrupción podrían alcanzar hasta la firma brasileña Odebrecht, que habría pagado millonarios sobornos a una compañía fantasma cuyos socios estarían ligados a Duarte, según una denuncia de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad.
Las autoridades guatemaltecas consideraban a Duarte como un «privado de libertad de alta vulnerabilidad», ya que en ese país no tenía cargos, y cuya vida corría peligro porque podría haber sido blanco de ataques de grupos criminales, por lo que urgieron a sus pares mexicanos a agilizar el proceso de extradición.
Versiones periodísticas apuntaban a que altos funcionarios de Guatemala aseguraban que la vida de Duarte corría peligro en ese país porque «sabía demasiado» sobre temas relacionados con el narcotráfico.
Duarte acusó al Gobierno del presidente, Enrique Peña Nieto, de persecución en su contra.
En febrero, las autoridades descubrieron una bodega propiedad del exgobernador repleta de obras de arte, antigüedades y objetos de lujo. También ocultaba allí útiles escolares y médicos que se sospecha formaban parte de programas de ayuda social.