Ciudad de Guatemala (AFP) – El exgobernador del estado mexicano de Veracruz Javier Duarte, detenido en Guatemala, aceptó este martes la extradición solicitada por su país por delitos federales, durante una audiencia en la que se declaró inocente.
«He decidido allanarme a la solicitud de extradición presentada por el gobierno de México con relación a los delitos federales de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada», afirmó Duarte en su declaración.
Pero añadió: «Yo no cometí tales delitos y es mi deseo así acreditarlo ante el poder judicial de la federación de mi país».
Tras la declaración, el juez César García autorizó la extradición del exgobernador, aunque su ejecución tardará alrededor de dos semanas ya que debe informar a la cancillería sobre la decisión judicial.
«Este tribunal declara que admite la aceptación voluntaria que ha hecho el reclamado (…) a la solicitud de extradición que se hace en su contra por parte de los Estados Unidos Mexicanos. En consecuencia se suspende el trámite del procedimiento de extradición y se ordena la entrega inmediata del reclamado» al gobierno mexicano, afirmó García al concluir la audiencia en el Tribunal Quinto de la capital guatemalteca.
Durante esta instancia, la fiscalía presentó 19 pruebas dadas por México, incluidas la constitución de empresas, compra y venta de casas y terrenos en su país, así como la adquisición de un yate en Estados Unidos.
La fiscalía afirmó que Duarte participó «en un complejo esquema de transacciones» ilícitas con la creación de empresas de fachada y operaciones simuladas.
No obstante, el exgobernador aseguró que en ninguno de los casos aparece como propietario de los inmuebles que le achacan las autoridades mexicanas.
Duarte, de 43 años, se mantuvo sereno y no quiso hablar antes de la audiencia, contrario a la semana pasada cuando llegó al tribunal sonriente y bromeando con los periodistas.
Su abogado defensor, Carlos Velásquez, indicó que no existe ninguna vinculación con las acusaciones y afirmó que «se trata de un caso de rivalidad y una persecución política».
«El Ministerio Público (fiscalía) presentó todas las pruebas y cumplen con los requisitos para su extradición», consideró el fiscal que lleva el caso, José Antonio Galdámez.
Duarte tiene dos solicitudes de extradición, una por delitos de corrupción en su Estado de Veracruz y la otra por los delitos de orden federal de delincuencia organizada y lavado de dinero, según el fiscal de asuntos internacionales de México, Alberto Elías.
El exgobernador fue detenido el pasado 16 de abril cuando se encontraba en un hotel del turístico municipio guatemalteco de Panajachel, a orillas del Lago Atitlán.
Durante su gestión como gobernador (2010-2016), Veracruz (este) se convirtió en uno de los estados más violentos de México, con 21 comunicadores asesinados y varios casos de desaparición forzada.
El político renunció a su cargo en octubre del año pasado, un mes y medio antes de terminar su mandato.
El exgobernador se encuentra recluido en el cuartel militar Matamoros de Ciudad de Guatemala, en un área que fue modificada para servir como prisión para reos considerados de alto perfil.
La justicia mexicana también está a la expectativa de la extradición de otros dos exgobernadores estatales del PRI acusados de diversos delitos: el exmandatario de Tamaulipas, Tomás Yarrington, detenido en abril en Italia, y el de Quintana Roo, Roberto Borge, arrestado en Panamá a inicios de junio.