Washington (AFP) – El gobierno estadounidense de Joe Biden vetó la entrada al país al expresidente paraguayo Horacio Cartes tras acusarlo de «corrupción significativa», que él niega.
Cartes, un rico empresario tabacalero, gobernó Paraguay entre 2013 y 2018 por el conservador Partido Colorado.
Washington lo ha designado «por su implicación en corrupción significativa» al haber «obstruido una importante investigación internacional sobre el crimen transnacional para protegerse a sí mismo y a su socio criminal de un posible enjuiciamiento y daños políticos», asegura el jefe de la diplomacia estadounidense Antony Blinken en un comunicado sin identificar al socio.
Estas acciones «socavaron la estabilidad de las instituciones democráticas de Paraguay al contribuir a la percepción pública de corrupción e impunidad en la oficina del presidente paraguayo», añade.
El exmandatario no tardó en reaccionar.
«Niego y rechazo el contenido de las acusaciones, las que considero infundadas e injustas», dijo en un comunicado en el que ofrece «todo el apoyo y la información de primera fuente que las autoridades necesiten» para aclarar la situación.
Su abogado, Pedro Ovelar, denunció en rueda de prensa que Cartes «sufre una persecución desde el gobierno» del presidente Mario Abdo Benítez, su rival por el liderazgo del partido Colorado en las elecciones internas previstas para el 18 de diciembre.
Ovelar sostiene que el Departamento de Estado se basa en «información sesgada producto de un fuerte lobby de sus adversarios políticos».
El gobierno estadounidense asegura que las acciones de Cartes «permitieron y perpetuaron la participación recientemente documentada de Cartes con organizaciones terroristas extranjeras y otras entidades designadas por Estados Unidos». Esto afecta, según Blinken, a la seguridad de Estados Unidos frente al crimen y el terrorismo transnacional y «amenaza la estabilidad regional».
El jefe de la diplomacia no entra en detalles.
El abogado se refirió por el contrario a dos episodios en los que estuvo involucrado Cartes, uno de ellos por el supuesto ocultamiento de un caso de lavado de dinero del brasileño Darío Messer.
Según Ovelar ese caso se aclaró ante la justicia de Brasil y el expresidente fue eximido de cargos. Además, subrayó que «ocurrió después de haber abandonado su presidencia».
También se refirió al escándalo por el uso de un avión de la empresa venezolana Emtrasur, con tripulación iraní y venezolana, que en mayo transportó desde Paraguay hasta la isla caribeña de Aruba cigarrillos de su tabacalera.
Sin visa –
«Nunca la empresa Tabesa (la compañía de tabacos) ha contratado o tenido una relación comercial o pagado a la empresa Emtrasur (por el flete de cigarrillos). Fue pagada por el comprador final que es una tercera empresa vinculada de la cual no es accionista Horacio Cartes», aclaró.
La aeronave y sus tripulantes fueron retenidos posteriormente en Argentina y se encuentran bajo investigación judicial.
Cartes fue sancionado en virtud de la sección 7031(c), que impide que los funcionarios de gobiernos extranjeros involucrados en una violación grave de los derechos humanos o en corrupción significativa y sus familiares más cercanos puedan optar a una visa para entrar a Estados Unidos.
Este viernes el Departamento de Estado también designó a tres hijos del expresidente paraguayo: Juan Pablo Cartes Montaña, Sofía Cartes Montaña y María Sol Cartes Montaña.
Pese a la actual acusación, durante su mandato Cartes complació a Estados Unidos cuando su país se convirtió en uno de los pocos que trasladaron la embajada en Israel a Jerusalén, una ciudad que los palestinos quieren convertir en su futura capital. La decisión fue revocada por su sucesor, el presidente Mario Abdo Benítez.