Iniciativa de Estados Unidos y Panamá reforzará control migratorio en el Darién
Este programa facilitará la repatriación de extranjeros que no cuentan con una base legal para permanecer en Panamá. Foto: Archivo / AFP

Ciudad de Panamá (Panamá).- En un esfuerzo conjunto para abordar el creciente desafío de la migración irregular en América, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos, en colaboración con el gobierno de Panamá y financiado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, lanzó un nuevo programa de asistencia destinado a mejorar la gestión migratoria en la región del Darién. 

Este programa facilitará la repatriación de extranjeros que no cuentan con una base legal para permanecer en Panamá, marcando un hito en la cooperación regional para contener los flujos migratorios sin precedentes que han afectado a la región.

Durante el último año, más de 520.000 migrantes transitaron por la peligrosa región del Darién, buscando alcanzar el norte del continente. Este nuevo acuerdo pretende no solo reducir estos números, sino también asegurar que las operaciones de repatriación sean seguras y efectivas, respetando los controles de protección y los derechos humanos de los involucrados.

El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro N. Mayorkas, destacó la importancia de una estrategia coordinada.

«“La migración irregular es un desafío regional que requiere una respuesta regional», dijo Mayorkas. 

«Mientras Estados Unidos continúa asegurando nuestras fronteras y expulsando a personas sin una base legal para permanecer, estamos agradecidos por nuestra asociación con Panamá para gestionar los niveles históricos de migración en todo el hemisferio occidental».

En el marco de la Declaración de Los Ángeles sobre migración y protección, Estados Unidos colabora con 21 socios en la región para implementar acciones conjuntas que promuevan la estabilidad, expandan las vías legales y proporcionen opciones seguras para las personas que buscan mejores oportunidades sin tener que recurrir a la migración peligrosa y descontrolada.

La política de migración de Estados Unidos se mantiene firme en su compromiso de aplicar las leyes de inmigración y establecer consecuencias severas para aquellos que ingresen al país sin la documentación adecuada, siempre en cumplimiento con las obligaciones internacionales.

El presidente Biden recientemente reforzó esta postura con una proclamación que suspende temporalmente la entrada de ciertos no ciudadanos por la frontera sur, lo cual ha resultado en una disminución significativa de los encuentros en la frontera.

El DHS ha realizado más de 120 vuelos internacionales de repatriación hacia más de 20 países en los últimos tiempos, reflejando un enfoque riguroso y coordinado hacia la migración irregular. Este esfuerzo subraya el llamado a los migrantes para que utilicen los canales legales disponibles, ampliamente reforzados, y eviten poner sus vidas en riesgo en manos de traficantes.

Este programa no solo busca frenar la migración irregular sino también fortalecer la seguridad y la cooperación regional, asegurando que la migración sea segura, ordenada y regular, beneficiando así a toda la comunidad internacional y a los propios migrantes, quienes merecen oportunidades legítimas y seguras sin tener que enfrentar los peligros del viaje irregular.