Washington (AFP) – Estados Unidos anunció el miércoles que prohibió la entrada al país del expresidente de Ecuador Abdalá Bucaram (1996-1997), señalándolo de «corrupción significativa», incluyendo «la apropiación indebida de fondos públicos, la aceptación de sobornos y la interferencia en los procesos públicos».
El Departamento de Estado dijo que Bucaram y su familia directa, su esposa María Rosa Pulley Vergara, y sus hijos, Jacobo Abdalá Bucaram Pulley, Abdalá Jaime Bucaram Pulley y Michel Abdalá Bucaram Pulley, «no son elegibles para ingresar a Estados Unidos».
«Durante su mandato como presidente de Ecuador, Bucaram se involucró en múltiples actos corruptos, incluyendo aceptar sobornos y robar fondos públicos. El expresidente Bucaram aún no ha enfrentado la rendición de cuentas por su traición a la confianza pública», dijo en un comunicado el portavoz de la cancillería estadounidense, Ned Price.
Según la ley estadounidense, se puede impedir el ingreso al país de un funcionario o exfuncionario de un gobierno extranjero y sus familiares inmediatos si se considera que incurrió directa o indirectamente en actos de corrupción.
Bucaram, un exlíder populista de 70 años apodado «el loco que ama», gobernó Ecuador entre agosto de 1996 y febrero de 1997, cuando fue destituido por «incapacidad física y mental».
El exgobernante abandonó el cargo en medio de una revuelta popular y se exilió en Panamá durante dos décadas. En esos años enfrentó más de 50 juicios por supuestos delitos como malversación y enriquecimiento ilícito, los cuales prescribieron, lo que permitió su retorno a Ecuador.
En 2020, Bucaram fue implicado en un caso de tráfico de bienes patrimoniales y de corrupción en la venta con sobreprecio de insumos médicos y pruebas de diagnóstico del covid-19 a hospitales ecuatorianos, por lo que estuvo bajo arresto domiciliario.
Fue sobreseído de ambos procesos en 2021. La Fiscalía ecuatoriana ha apelado el dictamen de sobreseimiento en el caso de la supuesta delincuencia organizada por la venta de pruebas de covid-19, en el que también estuvo implicado su hijo Jacobo.