Washington (AFP) – Sabía que su marido enviaba toneladas de droga a Estados Unidos y durante años le ayudó en sus negocios y a escapar de prisión: Emma Coronel, la esposa del exjefe del cartel de Sinaloa Chapo Guzmán, admitió sus delitos el jueves ante un juez federal de Washington DC.
«Culpable», dijo Coronel al juez Rudolph Contreras, cuando éste le preguntó si era culpable o inocente de los tres cargos de los cuales fue acusada: conspiración para distribuir drogas en Estados Unidos, lavado de dinero y transacciones con un narcotraficante designado.
Durante la audiencia, que el público y la prensa pudieron escuchar por teléfono, el fiscal Anthony Nardozzi dijo que Coronel ayudó al Chapo a enviar a Estados Unidos al menos 450 toneladas de cocaína, 90 de heroína, 45 de metanfetaminas y 90 de marihuana, las cifras que se presume que el cartel de Sinaloa envió al país a lo largo de 25 años.
También indicó que Coronel, que se casó con el Chapo cuando era adolescente y tuvo dos niñas mellizas con él, se lucró alquilando propiedades compradas con dinero de la droga.
Según Nardozzi, Coronel hacía de «intermediaria» entre integrantes del cártel y su marido cuando este estaba en la cárcel en México, y ayudó a los hijos del Chapo a «planificar y coordinar» su escapada de la cárcel a través de un túnel en 2015 y en otra oportunidad posterior, frustrada por la deportación del jefe narco a Nueva York.
Coronel, de 31 años, será sentenciada por el juez Contreras el 15 de septiembre y permanecerá detenida hasta entonces. Enfrenta una pena mínima de 10 años y una máxima de cadena perpetua, pero su declaración de culpabilidad podría acortar su condena.
La exreina de belleza mexicano-estadounidense fue arrestada en un aeropuerto internacional cercano a Washington el 22 de febrero. Está detenida desde entonces.
Su esposo, Joaquín «Chapo» Guzmán, considerado el narcotraficante más poderoso del mundo antes de ser extraditado en 2017, fue sentenciado a cadena perpetua en julio de 2019 en Nueva York por enviar toneladas de droga a Estados Unidos a lo largo de 25 años.
El Chapo, de 64 años, cumple su condena en la cárcel federal de mayor seguridad del país, la prisión ADX en Florence, Colorado.
Fascinación –
Emma Coronel asistió casi todos los días al histórico juicio del Chapo en la corte federal de Brooklyn, que duró más de tres meses y culminó en febrero de 2019. Con más de 600.000 seguidores en Instagram, suscitó la fascinación del público y la prensa.
Siempre impecablemente vestida y maquillada, se saludaba de lejos con su marido. Tenía prohibido visitarlo en la cárcel, y el juez también le impidió darle un último abrazo en la corte antes de encarcelarlo para siempre.
Coronel incluso dejó a todos boquiabiertos en el tribunal cuando combinó su ropa con la del Chapo -ambos vistieron bléisers de terciopelo color púrpura- en una muestra de unidad ante una examante del Chapo que prestaba testimonio ese día.
Testigos y pruebas mostradas por la fiscalía en el juicio señalaron que Coronel estaba al tanto de los negocios de narcotráfico de su esposo y que le ayudó a intentar escapar de prisión dos veces.
Uno de esos testigos, Dámaso López Núñez, alias «Licenciado», exjefe de una cárcel mexicana que luego trabajó para el Chapo, contó cómo Emma Coronel conspiró con hijos del Chapo para ayudar a su marido a escaparse del penal del Altiplano en motocicleta por un túnel de 1,5 km, y a planificar una segunda fuga tras su captura un año después, que nunca se concretó.
Otra vez, los fiscales revelaron mensajes de texto en los que el Chapo pide a Coronel que esconda sus armas antes de un operativo policial.
La acusación difundió asimismo una llamada interceptada entre Coronel y el Chapo, en la que la mujer le pasa el teléfono a su padre, Inés Coronel Barreras, que también integraba el cartel de Sinaloa, para que el Chapo le aconsejara sobre un cruce de drogas por la frontera con Estados Unidos.