Madrid (AFP) – España extraditó este viernes a Ecuador al antiguo jefe de inteligencia Pablo Romero Quezada, reclamado por el presunto secuestro de un líder opositor, lo que también salpica al expresidente Rafael Correa, señaló un portavoz judicial.
Romero Quezada, director de la Secretaría de Inteligencia de Ecuador durante el mandato de Correa, fue detenido el martes por la policía española, que este viernes realizó su entrega al país latinoamericano, indicó un portavoz de la Audiencia Nacional.
En enero, este alto tribunal de Madrid, encargado de los procesos de extradición, dio luz verde a su entrega que, posteriormente, fue ratificada por el gobierno español.
En 2018, Romero ya había sido detenido por la policía atendiendo esta orden de extradición, pero entonces la justicia española lo dejó en libertad a la espera de resolver sobre su entrega.
Romero está acusado de participar en el fugaz secuestro en 2012 del exasambleísta opositor Fernando Balda en Bogotá en un caso por el que también está llamado a juicio el expresidente ecuatoriano, Rafael Correa.
El antiguo mandatario, fuertemente enfrentado con su exvicepresidente y ahora sucesor Lenín Moreno, reside en Bélgica, de donde es su esposa y donde solicitó asilo, y no puede ser juzgado en ausencia.
En diciembre de 2018, la Interpol rechazó el pedido de la Corte Nacional de Justicia ecuatoriana para emitir la difusión roja con fines de extradición contra Correa, quien niega su participación en el hecho.
Dos expolicías ecuatorianos fueron condenados en marzo de 2019 a casi dos años de prisión por el secuestro de Balda.
Este opositor acusa a Correa (2007-2017) de ordenar su secuestro en Bogotá, donde cinco personas lo subieron a la fuerza a un automóvil. La policía colombiana interceptó el vehículo y logró rescatarlo poco después del hecho.
El expresidente considera que afronta una persecución del gobierno de Moreno.