París (Francia).- En un mundo marcado por conflictos y desplazamientos, el deporte emerge como un faro de esperanza y unidad. La reciente confirmación del Equipo Olímpico de Refugiados para los Juegos Olímpicos de París 2024 es un testimonio de la resiliencia humana y del poder del deporte para trascender fronteras.
Durante una ceremonia emotiva transmitida desde Lausana, Suiza, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, anunció la formación de este equipo, que consta de 36 atletas procedentes de 11 países diferentes.
«Les damos la bienvenida a todos con los brazos abiertos. Sois un enriquecimiento para nuestra Comunidad Olímpica y para nuestras sociedades», expresó Bach. Esta será la tercera aparición del Equipo Olímpico de Refugiados en los Juegos Olímpicos, simbolizando una fuente de inspiración para más de 100 millones de personas desplazadas a nivel mundial.
Los atletas, que compiten en 12 deportes distintos, incluyendo atletismo, natación y boxeo, provienen de países tan diversos como Afganistán, Siria y Venezuela, y han sido acogidos por naciones como Alemania, Canadá y España. Esta diversidad no solo enriquece su equipo, sino que también refleja la complejidad y la globalidad de la crisis de refugiados.
Masomah Ali Zada, jefe de misión del equipo y competidor en Tokio 2020, compartió sus emociones durante la ceremonia:
«Todos ustedes tenían un sueño, y hoy su sueño de competir en los Juegos Olímpicos está más cerca que nunca». Su mensaje resonó con un sentimiento de logro y anticipación, recordando a los atletas y al mundo entero que los límites se pueden superar con determinación y apoyo.
Además, por primera vez, el Equipo Olímpico de Refugiados competirá bajo su propio emblema, diseñado para representar la diversidad y la unidad. El emblema, que incluye un corazón en el centro, simboliza la solidaridad y la pertenencia que el deporte ha fomentado entre las personas desplazadas.
Este equipo no solo destaca por su valentía deportiva, sino también por lo que representan en el escenario mundial: una voz para aquellos sin estado, una demostración de fuerza en medio de la adversidad, y un recordatorio de que cada individuo tiene el potencial de contribuir positivamente a la sociedad, sin importar su origen.
Con el apoyo continuo del COI y la Fundación Refugio Olímpico, estos atletas están preparados para no solo competir, sino para compartir sus historias y educar al mundo sobre la realidad de la vida como refugiado.
A través de su participación en los Juegos, esperan inspirar a otros y enviar un mensaje poderoso sobre la importancia de la inclusión y el reconocimiento mutuo.
Para una lista de los atletas, haga clic aquí.