Washington (DC).- En una serie de encuentros significativos, el presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, se reunió con el presidente de Estados Unidos, Joseph R. Biden, Jr., para discutir la transición democrática en Venezuela. 

Este lunes, la Casa Blanca fue el escenario de un diálogo profundamente esperanzador entre González Urrutia y Biden, marcado por un compromiso compartido para apoyar la restauración de la democracia en el país sudamericano.

Durante la reunión, el presidente Biden expresó su admiración por el coraje del pueblo venezolano, que se manifestó en las urnas el pasado 28 de julio, desafiando un proceso electoral marcado por irregularidades. 

«El mundo se ha sentido inspirado por los millones de venezolanos que votaron valientemente por un cambio democrático», señaló Biden, añadiendo en un mensaje de X que «el pueblo de Venezuela merece una transferencia pacífica del poder al verdadero ganador de su elección presidencial». 

Ambos líderes enfatizaron la importancia de respetar la voluntad del pueblo, que se expresó claramente a favor de González Urrutia, cuyo triunfo electoral ha sido confirmado por múltiples observadores internacionales, incluyendo la misión del Centro Carter.

La preocupación también fue evidente respecto a las acciones represivas del régimen de Nicolás Maduro contra manifestantes y activistas, un tema que, según Biden, Estados Unidos y sus aliados seguirán vigilando de cerca. 

Las próximas protestas anunciadas para el 9 de enero en Venezuela serán un punto de inflexión crucial, donde se espera que los derechos de los ciudadanos a expresarse libremente sean respetados.

«He tenido una larga reunión con el Presidente Biden. Su compromiso con una transición pacífica y ordenada en Venezuela está intacto. Durante 45 minutos pudimos profundizar sobre lo positivo que será, para la región, la expansión de la democracia partiendo desde Venezuela. ¡Gracias, Presidente Biden!», dijo Gonzalez Urrutia en un mensaje en X.

Otras reuniones significativas

La agenda internacional de González Urrutia también incluyó reuniones con otros dignatarios importantes. Tras su encuentro en la Casa Blanca, se reunió con Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), quien reafirmó el compromiso de la organización con la defensa de la democracia y los derechos humanos en Venezuela. 

«El respeto a la voluntad soberana del pueblo venezolano es un imperativo ético y político»,  afirmó Almagro.

El presidente electo ya había dialogado anteriormente con líderes sudamericanos, incluidos los presidentes de Argentina, Javier Milei; de Uruguay, Luis Lacalle Pou; y de Paraguay, Santiago Peña. 

Este último expresó su apoyo incondicional a González Urrutia mediante una videoconferencia, en la que también participó María Corina Machado, destacada líder opositora venezolana. 

Peña destacó la necesidad urgente de unirse regionalmente para asegurar el respeto a la voluntad popular y evitar la persistencia de regímenes autoritarios en América Latina.

Además, el gobierno de Paraguay ha exigido que el embajador venezolano y el personal diplomático en Asunción abandonen el país en las próximas 48 horas, demostrando un firme respaldo a la transición democrática en Venezuela.

Como consecuencia, el régimen venezolano rompió relaciones con Paraguay. 

«La República Bolivariana de Venezuela rechaza categóricamente las declaraciones del presidente de Paraguay, Santiago Peña, quien, ignorando el derecho internacional y el principio de no intervención, reincide en una práctica fracasada que recuerda las fantasías políticas del extinto Grupo de Lima con su ridícula aventura llamada Guaidó», indicaron en un comunicado.

«En este contexto, la República Bolivariana de Venezuela ha decidido, en ejercicio pleno de su soberanfa, romper relaciones diplomáticas con la República del Paraguay y proceder al retiro inmediato de su personal diplomático acreditado en ese país».

Estos encuentros no solo refuerzan la posición legítima de González Urrutia como el próximo presidente de Venezuela, sino que también subrayan la colaboración internacional creciente que busca apoyar a Venezuela en su camino hacia la recuperación democrática. 

A medida que la fecha de la inauguración se acerca, el mundo observa con esperanza que el compromiso con la democracia y el estado de derecho prevalezcan en Venezuela, marcando el comienzo de una nueva era de estabilidad y prosperidad para su pueblo.