Caracas (AFP) – Hombres armados y con el rostro cubierto irrumpieron este viernes en la sede en Caracas del partido del opositor Juan Guaidó, un día antes de una protesta contra el presidente Nicolás Maduro, llevándose computadoras, denunciaron el dirigente y testigos.
Vestidos de negro, con armas largas y pistolas, los encapuchados entraron por la fuerza a las oficinas de Voluntad Popular, en el este de la capital, donde había alrededor de 30 personas.
«Fueron víctimas de un secuestro, de amedrentamiento», denunció a periodistas Guaidó, reconocido como mandatario encargado de Venezuela por medio centenar de países, tras llegar al sitio minutos después de que los hombres se marcharan.
Según declaraciones de testigos a la prensa, los encapuchados, que no se identificaron como miembros de una institución armada, se llevaron cámaras de seguridad y sus grabaciones, algunas computadoras, dinero y las identificaciones de los presentes.
En un video difundido por la agrupación política en Twitter se escucha a un hombre gritando «todos al piso» y pidiendo los celulares de las personas allí reunidas, que luego dejaron en una caja.
«¡Ya basta de que la dictadura siga amedrentando a nuestra gente, por eso vamos mañana con fuerza a las calles en toda Venezuela!», dijo Guaidó, quien convocó a protestas este sábado para exigir que Maduro deje el poder.
El opositor y fundador de Voluntad Popular, Leopoldo López, responsabilizó por Twitter al «cobarde de Maduro» de lo sucedido. «¿Cuándo vas a entender que NO nos van a quebrar?», escribió, llamando a la ciudadanía a convertir «esta indignación en acción» en las calles.
Tras recibir «reportes de que fuerzas de seguridad del régimen (de Maduro) ingresaron por la fuerza» a la organización, la Oficina Externa de Estados Unidos para Venezuela culpó al mandatario «por la seguridad de Guaidó y su equipo» en la misma red social.
El gobernante socialista también llamó a sus partidarios a movilizarse el sábado y advirtió a la oposición que no tolerará que intente emular el «golpe de Estado» que sufrió su aliado boliviano Evo Morales, según él con complicidad de Estados Unidos.
Más temprano el canciller venezolano, Jorge Arreaza, denunció que la administración de Donald Trump promueve «actos de desestabilización y llamados a la violencia en Venezuela para las próximas horas».
«Fracasarán una y mil veces. Venezuela es pueblo de paz», advirtió.
Washington exhortó este viernes a los países que votaron para que Venezuela obtuviera una banca en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU a observar la reacción del gobierno socialista a las marchas opositoras.
Además, el Comando Sur estadounidense pidió a los militares venezolanos proteger el derecho de protesta.