Jeanette Altuna Hammerstein falleció de cáncer pancreático en 2009 y uno de sus deseos era ser donante de órganos. Pero, debido a su enfermedad, ella pensaba que no podría hacerlo
Sin embargo, su hermana le aseguró que eso era posible.
“Le dije, Si. Puedes donar los ojos [córneas]”, cuenta María Esther Carmichael.
Carmichael recuerda la respuesta de su hermana.
“¡Ah, qué bueno!. Eso es lo que quería hacer!”, dijo Jeannete Altuna en aquella época.
Carmichael se ha dedicado a difundir el mensaje de la importancia de la donación de órganos desde que trabajaba para el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
“Hay muchas cosas que las personas piensan que no son verdad”, señala Carmichael refiriéndose a la poca información sobre la donación de órganos. “Una de las cosas es que, porque tienes cáncer no puedes donar”.
Valor para tener esperanza
El regreso del Desfile de las Rosas, tras la cancelación en el 2021 debido a la pandemia, congregó a los voluntarios que trabajan para decorar las carrozas que participarán en el evento de año nuevo.
Valor para tener esperanza es el nombre de la carroza con la que la organización Done Vida (Donate Life) participará en el Desfile de las Rosas 2022. Este año, además de promover la donación de órganos, rendirán tributo a los científicos, profesionales de la salud, rescatistas y trabajadores esenciales.
La arquitectura de la carroza despliega el león alado similar al que se encuentra en la Plaza de San Marcos en Venecia (Italia), con columnas inspiradas en el Palacio Ducal de esa ciudad. Incluirá 35 retratos florales de donantes de órganos y tejidos.
“Se necesita mucho valor para dar el regalo de donar un órgano porque hay 10.000 veces más necesidad de lo que hay disponibles en realidad ”, dijo Mike Thompson, quien ha sido supervisor de carrozas para Donate Life por 15 años.
De acuerdo con estadísticas de Done Vida, más de 106.000 personas se encuentran en lista de espera para recibir un órgano en Estados Unidos. Más de 22.000 se encuentran en California.
Un donante de órganos puede salvar la vida de hasta 8 personas al donar su corazón, pulmones, riñones, hígado, páncreas e intestino delgado. Unas 75 personas se benefician con la donación de tejidos que incluye córneas, piel, huesos, válvulas de corazón, entre otros.
En la carroza viajarán 16 recipientes de órganos sentados en una góndolas mientras que, a los lados, caminarán tres personas que han donado órganos en vida. Una persona puede donar, en vida, un riñón o parte de su hígado, pulmón, páncreas o intestino.
“La razón por la que nos gusta que caminen es para demostrar que se puede donar un riñón o [parte del] hígado y, aún así, tu vida es fuerte como la de aquellos que tienen dos riñones o el hígado completo”, dice Thompson.
Done Vida ha participado en el Desfile de las Rosas desde 2004. La carroza, elaborada con el apoyo de One Legacy, es la misma que participará en el desfile de 2021, antes de su cancelación.
“Regresamos y estamos emocionados de estar aquí. Nada ha cambiado”, dice Thompson, destacando que este año han trabajado bajo normas de salud para evitar el contagio del COVID-19.
Un gesto que ofrece mucha paz
Jeannete Altuna falleció a los 52 años. Sin embargo, aunque sabía que era muy joven, su hermana asegura que se sintió feliz de poder donar sus córneas.
“Cuando le dije que si podía donar, sintió mucha paz”, dice Carmichael. “Pero nosotros también. Sentimos que ella no iba a morir por nada. Que iba a poder dejar una parte de ella”.
Carmichael ha participado en la decoración de las carrozas de Done Vida desde la primera vez que esa organización participó en el Desfile de las Rosas. Su familia la acompañó en una de esas oportunidades, una experiencia que ella considera que fue muy educativa.
“Ellos aprendieron más de donación y trasplante. A mi se me figura que es cuando ella [Jeannete] decidió que quería ser un donante”, dice Carmichael.
La imagen de Jeanette estuvo en la carroza con que Done Vida participó en el Desfile de las Rosas de 2010. También, este año, su familia dedicó una rosa a su nombre, que será colocada en la carroza.
Ese hecho, cuenta Carmichael, entristeció mucho a la nieta de Jeannete, ya que solo tenía un mes de nacida cuando murió su abuela. Pero dijo que quería volver, a pesar de tener solo 12 años.
“Entendió todo lo que pasa aquí. Creo que le tocó su corazón”, dijo.
Ser donante o recibir un trasplante es algo que requiere mucho valor, dice Carmichael.
“Es una cosa muy difícil, pero de un modo diferente. Porque, cuando uno toma un trasplante, se pone mejor y vive una vida muy buena”, destaca. “Están muy agradecidos”.
Aunque considera que, por su edad, no puede donar. Pero, puede enseñar sobre la donación y su importancia.
“[Los latinos] son una gente muy generosa. Cuando uno lo platica con ellos y lo entiende, entienden que van a hacer algo bueno, que van a dejar algo muy bueno. Una parte de ellos para que alguien tenga buena salud”.
Además de participar como voluntaria, Carmichael es miembro del comité dedicado al diseño de las carrozas. Una labor con la que desea dejar un mensaje a la comunidad sobre la donación.
“Si deciden ser donantes les va a dar mucha paz. Le da paz a la familia, después de la muerte, porque la familia sabe que no ha terminado. Parte de ustedes va a continuar viviendo”.