San José (AFP) – Pablo y Andrea están listos para abordar. Como cientos de costarricenses aún sin opciones para ser vacunados en su país, esta pareja va rumbo a inmunizarse contra el Covid-19 en Miami, Estados Unidos, donde hay un masivo, abierto y gratuito sistema de vacunación.
«Sabemos que hay que seguirse cuidando, pero [vacunarnos] nos va a dar más tranquilidad. Estamos ansiosos pero contentos, porque nosotros no tenemos factores de riesgo, entonces quién sabe cuándo nos tocaría la vacuna aquí en Costa Rica», dice Andrea, de 40 años, al igual que su esposo.
Padres de una niña de 6 años, decidieron viajar para vacunarse pues sintieron el covid-19 cada vez más cerca, luego de ver fallecer a un amigo y tener un familiar cercano hospitalizado por 22 días.
Pero entonces se enteraron de que en Miami podrían optar por la vacuna de Johnson & Johnson, de dosis única. Así que se embarcaron en este viaje con solo lo necesario para pasar una noche y luego volver.
De acuerdo con el ministro de Turismo costarricense, Gustavo Segura, el gobierno calcula que entre mayo y julio unos 10.000 costarricenses irán a Estados Unidos estrictamente en búsqueda de su vacunación, optando por Texas, Florida y Nueva York.
Sin embargo, el tour vacunatorio se ha popularizado tanto que dicha cifra podría estarse quedando corta.
Datos de Aeris, empresa administradora del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, que sirve a San José, muestran un progresivo aumento en la cantidad de salidas de costarricenses a Estados Unidos, con 41.496 en solo el mes de mayo, 17.642 más que en abril.
La demanda por vacunarse fuera ha ido en aumento, en medio de la mayor alza de casos y muertes desde que la pandemia se desató en Costa Rica, actualmente el séptimo en el mundo con mayor índice de contagio por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, con 584 casos, según datos de AFP.
Quitarse un peso de encima –
Pablo y Andrea tienen cita para inocularse este sábado en el estadio Marlins Park. No obstante, al desembarcar se dan cuenta de que en el mismo Aeropuerto Internacional de Miami suministran la vacuna.
Y deciden aprovechar: allí, en la zona 1 del Ala D, entre unos 10 escritorios y junto con otras 20 personas, se dan la inyección.
¿La inversión? Alrededor de 1.000 dólares cada uno, entre pasajes y estadía. Y, como es un sábado, no debieron pedir permiso en el trabajo.
«Me da mucha paz, pienso en mi hija y en no ocupar una cama de hospital en un momento en que en mi país están escaseando. Hasta me dieron ganas de llorar cuando me estaban poniendo la inyección», dice Andrea tras levantarse de la silla donde fue vacunada.
Couenta que en su vuelo la mayoría de pasajeros viajaron con su mismo objetivo. «Esto es ahora una prioridad», añade.
Costa Rica es uno de los tres países latinoamericanos que ya tiene al menos un 11,7% de su población completamente inmunizada, de acuerdo con datos del Seguro Social, que creó un sistema por grupos con priorización a poblaciones en riesgo.
Pero el bloque entre 18 a 57 años sin problemas de salud aún no tiene turno para recibir una de las dosis de Pfizer/BioNTech o AstraZeneca con las que cuenta el país.
Pablo y Andrea ya no se preocupan por eso. De vuelta en su casa en San José, abrazan a su hija Maripaz con más seguridad que en cualquier otro momento de los últimos 15 meses.
«Estamos muy tranquilos. Por supuesto que nos seguiremos cuidando porque esto no es una garantía, pero el estar vacunados nos alegra mucho, es quitarse un peso grande de encima», confiesa Pablo.