San Pedro Masahuat (El Salvador) (AFP) – El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, acompañado del canciller de México, Marcelo Ebrard, inauguraron el viernes un programa agroforestal que busca generar unos 20.000 empleos y contener la migración irregular a Estados Unidos.
La meta del programa, en el que México invertirá 31 millones de dólares y que lleva por nombre «Sembrando Vida en El Salvador», es sembrar árboles e impulsar otros cultivos como hortalizas y granos básicos en 50.000 hectáreas en diferentes puntos del país.
El acto de inauguración tuvo lugar en una hacienda del centro del país, en el municipio de San Pedro Masahuat, unos 45 km al sureste de San Salvador.
«Nosotros consideramos que las personas no deberían migrar forzadas por la pobreza, no deberían migrar por miedo a la inseguridad», declaró Ebrard al dirigirse a los agricultores de subsistencia.
Cada beneficiario, según el canciller mexicano, recibirá una contribución de 250 dólares hasta diciembre próximo.
«Estamos aquí porque somos corresponsables», dijo Ebrard. Según el canciller, el proyecto demuestra «a los pueblos más ricos y poderosos que sí se puede acabar con la pobreza en esta generación».
Por su parte, Bukele recordó cómo «golpeó» en la opinión pública la fotografía divulgada en los medios de comunicación del joven salvadoreño Óscar Martínez, de 25 años, y su hija Angie Valeria, de menos de dos años, encontrados muertos en la orilla del río Bravo entre México y Estados Unidos.
Su fallecimiento expuso con crudeza los peligros de la migración irregular hacia Estado Unidos, alentada por la pobreza y la inseguridad.
«Vamos a generar oportunidades, vamos a generar empleo, vamos a generar seguridad, y no va haber necesidad de emigrar», declaró Bukele al agradecer la ayuda del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Desde octubre pasado la emigración de hondureños, guatemaltecos y salvadoreños aumentó a través de caravanas de personas que huyeron en busca de mejores condiciones de vida o escaparon de los asesinatos de pandilleros y narcotraficantes.
– Primer paso –
Para el secretario general del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica), Vinicio Cerezo, la iniciativa de empleo inaugurada este viernes «es un primer paso para resolver los problemas de fondo que han provocado la migración».
El problema migratorio y de inseguridad «se va a controlar en la medida que el desarrollo sea impulsado y demos oportunidades a la población», declaró Cerezo a la AFP.
Ricardo Chávez, un campesino de 63 años, contó que muchos habitantes de San Pedro Masahuat y comunidades adyacentes regresan deportados y «frustrados», por lo que estimó que si hubiera trabajo en su región para sobrevivir «los jóvenes evitarían correr peligros viajando».
El canciller mexicano explicó en rueda de prensa que su país decidió la inversión en desarrollo por la «corresponsabilidad» con la migración que transita por su país.
En ese sentido, consideró necesario que Estados Unidos también invierta en programas que ayuden a la población centroamericana.
«Estados Unidos podría invertir más de 2.000 millones de dólares al año solo en El Salvador, si México pone 100 millones, Estados Unidos por el tamaño de su economía debería poner 2.000 millones y con eso no tendríamos problemas de emigración», destacó Ebrard.
El presidente salvadoreño adelantó que el domingo en el marco de la visita que realizará en su país el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, le presentará un plan de inversión en desarrollo para contener la migración.
Unos 2,5 millones de salvadoreños viven en Estados Unidos, y en 2018 enviaron 5.468,7 millones de dólares en remesas familiares, el equivalente a cerca del 16% del Producto Interno Bruto (PIB).
Bukele estimó que entre 300 y 400 salvadoreños buscan llegar cada día a Estados Unidos de forma irregular, por lo que estimó que la mejor solución es generar empleo local.
«Un empleo generado aquí quita tres migrantes en la frontera sur de Estados Unidos», afirmó el gobernante salvadoreño.
En ese sentido, estimó que si se generan 180.000 empleos adicionales, más los que propicia la economía local, y además se mejoran las condiciones de seguridad pública, se puede reducir «casi a cero» la migración forzada.