Bogotá (AFP) – Desde Colombia hasta España, pasando por Brasil, el mundo del fútbol se detuvo para lamentar la partida de un gigante, de ‘El Coloso’ Freddy Rincón, uno de los mejores volantes cafeteros de todos los tiempos quien falleció el miércoles a los 55 años tras un accidente de tránsito.
Admirado por su fortaleza física, potente pegada y calidad con el balón, Rincón murió poco antes de la medianoche en la ciudad de Cali luego de batallar por tres días contra un «trauma craneoencefálico severo».
A primeras horas del lunes el exfutbolista se vio involucrado en un violento choque con un autobús, que dejó cinco heridos. Fue internado en Clínica Imbanaco donde permenecía bajo terapia intensiva. «Pese a todos los esfuerzos realizados por nuestro equipo médico y asistencial el paciente Freddy Eusebio Rincón Valencia ha fallecido», señaló el centro médico en un comunicado.
Apenas se conoció su deceso el mundo del fútbol detuvo el balón para llorar y recordar a ‘La Espiga» Rincón, que con sus 1,88 metros y 89 kilos deleitó a varios clubes internacionales por su finura en el juego.
También ídolo con la selección Colombia que disputó tres Mundiales (1990-1994-1998), Rincón comenzó su carrera en el club capitalino Santa Fe y pasó luego al América de Cali. También vistió los colores del Real Madrid, de ahí saltó al Nápoles de Italia y cosechó sus mayores éxitos en el balompié brasileño con el Corinthians, el Palmeiras y el Santos.
Con el Corinthians conquistó, en el 2000, la primera edición del Mundial de Clubes de la FIFA. «Es con mucha tristeza que nos despedimos de un gran ídolo, escribió el ‘Timao’ en su cuenta de Twiiter.
La prensa desempolvó sus archivos para rendir tributo al protagonista de los momentos más emotivos del fútbol colombiano a finales del siglo XX, como el agónico empate frente al tanque alemán en el Mundial de 1990 que le dio el pase a octavos por primera vez en la historia del balompié cafetero.
Rincón se inició en el fútbol profesional en 1986 y colgó los botines en 2004. Su cuerpo será llevado este jueves a su natal puerto de Buenaventura donde será homenajeado antes de su regreso a Cali.
El alcalde de esa ciudad, Jorge Iván Ospina, decretó tres días de duelo y abrió las puertas del estadio Pascual Guerrero para que los aficionados le den un último adiós antes de sus exequias el sábado.
– Gestas memorables –
Nacido en un hogar pobre de afros, Rincón forjó su carácter y fortaleza física en condiciones extremas. En una entrevista en 2013 con la revista Bocas, reveló que junto a sus hermanos reconstruyó su casa de madera. Desde sus inicios fue reconocido como un deportista disciplinado: «Jugaba de siete de la mañana a diez de la noche, sin parar, todos los días».
Desde un comienzo se destacó por su talento en la media cancha y sus salidas explosivas. Recibió el apodo de «El Coloso» por su porte y despliegue físico. Hizo parte de la recordada selección Colombia de los 90, que clasificó por primera vez a una Copa del Mundo después de 28 años y la misma que después goleó 5-0 a Argentina en una eliminatoria.
En Italia-1990, Rincón anotó un gol que se volvió leyenda. En las postrimerías del juego de la primera fase, empató el partido frente la Alemania de Franz Beckenbauer – a la postre campeona del mundo – con una pelota que metió por entre las piernas del arquero. «Solo al final decidí hacer el túnel. El resto es historia», sentenció el volante ofensivo sobre una de las jugadas más emblemáticas del balompié cafetero.
En su cuenta de Instagram, su compañero y amigo Carlos ‘El Pibe’ Valderrama compartió una foto sonriendo al lado de Rincón dentro de un avión. «Un día nos volvimos familia y nos aprendimos a amar, a respetar y nos hicimos inolvidables. Te amo morocho», se lee en la leyenda que acompaña la imagen.
– Líos judiciales –
Rincón también se inmortalizó con su doblete en la goleada 5-0 a Argentina en la eliminatoria sudamericana de 1993, que le dio el pase al Mundial del año siguiente en Estados Unidos.
Rincón tuvo su primera experiencia en el exterior en 1994 con el brasileño Palmeiras y de ahí saltó rápidamente al Nápoles de Italia (1994-1995), donde cautivó la mirada del Real Madrid.
Su aterrizaje en el club merengue en 1995 fue un hito en la historia del balompié colombiano, pero apenas estuvo una temporada en la ‘Casa Blanca’.
El colombiano siempre evocó el «racismo» en las filas merengues. En 2004, a los 37 años, puso fin a su trayectoria como jugador vistiendo la camiseta del ‘Timao’.
Sin embargo, Rincón no solo conoció la gloria.
En 2007 estuvo preso en Brasil durante cuatro meses y medio por pedido de Panamá, que lo investigaba por blanqueo de dineros del narcotráfico. Antes de que fuera absuelto en 2016, sobrevivió a un primer accidente de tránsito en 2013 con varias fracturas y una herida en la cabeza.