París (AFP) – El 11 de mayo de 1960, el criminal de guerra nazi Adolf Eichmann, que se había refugiado en Argentina bajo una identidad falsa, fue secuestrado por un comando del servicio secreto israelí después de buscarlo durante varios años.
Diez días después, los agentes del Mossad (servicio secreto israelí) lo ocultaron en un avión, drogado y vestido con un uniforme de la aerolínea israelí El Al, rumbo a Israel.
Principal responsable de la implementación de la «Solución Final», el plan de exterminio de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial, Eichmann fue juzgado y luego ahorcado en 1962 a la edad de 56 años.
Aquí, a partir de los despachos de la AFP de esa época, está la historia de esta operación ultrasecreta, cuyos detalles solo trascendieron a lo largo de los años.
«Un criminal de guerra arrestado por israelíes»
Las fuerzas de seguridad «arrestaron a uno de los mayores criminales de guerra nazis» y pronto será juzgado por un tribunal israelí, anunció el primer ministro David Ben-Gurion el 23 de mayo.
Con titulares como «El hombre de la Solución Final (…) está tras las rejas» o «Un criminal de guerra arrestado por los israelíes», la prensa saludó el golpe maestro del Estado hebreo.
El nombre de Eichmann surgió durante los juicios de Nuremberg (1945-1946), cuando se puso de manifiesto su papel en la deportación de judíos a los campos de exterminio en Europa del este. «Un alemán matando a un judío seis millones de veces», en las palabras del escritor Elie Wiesel, sobreviviente de Auschwitz.
El ex jefe de la sección IV B.4 de la Gestapo, responsable de los temas judíos, desapareció después de la caída del Tercer Reich, no sin antes destruir los informes sobre sus actividades siniestras, así como las fotos que permitían su identificación.
La pista argentina
La búsqueda comenzó en 1945, lanzada por miembros de la comunidad judía, en particular Simon Wiesenthal, el famoso «cazador de nazis» y él mismo sobreviviente de un campo de concentración.
Pero fue en 1957, gracias al fiscal del Estado alemán en Hesse, Fritz Bauer, que los servicios israelíes supieron que Eichmann se estaba escondiendo en Argentina bajo el nombre de Ricardo Klement.
Fueron necesarios otros dos años de investigación para localizar su alojamiento, sin agua corriente ni electricidad, ubicado en el distrito de San Fernando, en las afueras de Buenos Aires.
En marzo de 1960 los agentes israelíes, mediante fotos de Eichmann, establecen con certeza que Ricardo Klement es de hecho su hombre.
Durante la investigación, Tzvi Aharoni, un agente del Mossad, llegó incluso a estar sentado en un autobús justo detrás de él.
«La tentación de inclinarme hacia adelante y estrangularlo era prácticamente irresistible (…) pero sabía que debía ser juzgado y no asesinado por los que mató», dijo Aharoni años más tarde a AFP.
Saliendo del autobús
Con la autorización de Ben Gurion, entonces primer ministro de Israel, la operación es orquestada meticulosamente por el jefe del Mossad, Isser Harel, y llevada a cabo por Rafi Eitan.
«Cuando me encargaron esta misión, sabía que si teníamos éxito, entraríamos en la historia de Israel y de la humanidad», dijo.
La captura fue programada para el 11 de mayo. Encargado en una fábrica de Mercedes-Benz, el excoronel nazi regresaba todas las tardes a su casa en la calle Garibaldi por el mismo camino y al mismo tiempo.
Poco después de las 20H05, Eichmann fue interceptado cuando se bajó del autobús. Intentó resistirse, gritó por ayuda pero fue llevado a un automóvil y escondido debajo de una manta.
«Todo pareció durar un siglo», explicó Aharoni. En el vehículo, Eichmann dijo en alemán a sus captores: «Ya he aceptado mi destino».
Luego lo llevaron a una villa alquilada, donde fue encadenado a una cama con los ojos vendados. «Revisé sus cicatrices. Cuando estaba seguro de que era él, estreché la mano de mi compañero y le dije que habíamos cumplido nuestra misión», dijo Eitan a AFP.
El 20 de mayo, el equipo del Mossad lo transportó con un pasaporte israelí falso a bordo de un avión especial de la delegación de Israel que asistió a las ceremonias por el 150º aniversario de la independencia de Argentina.
«La banalidad del mal»
El 11 de abril de 1961, Eichmann, acusado de 15 cargos, apareció por primera vez en público en el tribunal de Jerusalén, donde iban a testimoniar 111 testigos de la acusación.
«Vestido con un traje negro, corbata oscura, camisa blanca y grandes gafas de carey, el acusado, tez gris, frente calva, labios apretados, entró en el banquillo acristalado reservado para él a las 9 de la mañana», relató AFP.
Para el escritor Haïm Gouri, el juicio ofreció «por primera vez a los sobrevivientes del genocidio la oportunidad de ser escuchados».
Unos 450 periodistas extranjeros y alrededor de 100 observadores y diplomáticos asistieron a las audiencias. Junto a Gouri, los escritores Wiesel, Joseph Kessel, Roger Vailland y Hannah Arendt cubren el juicio.
Arendt publicará en 1963 el libro que se convertirá en una referencia: «Eichmann en Jerusalén: un estudio sobre la banalidad del mal».
Eichmann fue sentenciado a muerte el 15 de diciembre por crímenes contra el pueblo judío, la humanidad y crímenes de guerra. El 29 de mayo de 1962, su apelación fue desestimada por la Corte Suprema. Fue ahorcado el 31 de mayo a medianoche. Sus cenizas están esparcidas en el mar, más allá de las aguas territoriales israelíes.