Washington (AFP) – Estados Unidos y Rusia se enfrentaron el viernes sobre cómo ayudar a Venezuela, sacudida por la pugna por el poder entre el presidente Nicolás Maduro y el líder opositor Juan Guaidó, mientras éste avanza en su gira por Latinoamérica para reforzar su apoyo internacional.
Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por Washington y más de medio centenar de naciones, se reunió este viernes con el mandatario argentino, Mauricio Macri, en la residencia oficial, tras ser recibido con honores de jefe de Estado por el mandatario paraguayo, Mario Abdo.
El periplo de Guaidó, que también lo llevará a Ecuador el sábado, busca movilizar a la región sobre la necesidad de poner fin al mandato de Maduro, declarado «ilegítimo» por el Parlamento venezolano, y organizar nuevas elecciones para iniciar la «reconstrucción» del país.
«Anunciamos la vuelta a casa. La única vuelta atrás del proceso que ha iniciado Venezuela es la vuelta a casa de muchos venezolanos», declaró Guaidó en rueda de prensa en la cancillería argentina, cuyo titular, Jorge Faurie, recibió al visitante al pie del avión en Buenos Aires.
La asistencia a Venezuela, marcada por una hiperinflación galopante, una severa escasez de productos básicos y el éxodo de al menos 2,7 millones desde 2015, sigue en el centro del debate.
Un día después de que Rusia y China vetaran una resolución estadounidense y europea en el Consejo de Seguridad de la ONU que pedía el ingreso «sin trabas» de ayuda humanitaria al empobrecido país, Estados Unidos sancionó a seis funcionarios de seguridad leales a Maduro por detener el fin de semana pasado los convoyes de asistencia enviada por Washington.
Los choques fronterizos dejaron cinco muertos y 300 heridos, según la ONU.
– Militares sancionados –
«Estamos sancionando a los miembros de las fuerzas de seguridad de Maduro en respuesta a la violencia reprensible, las muertes trágicas y la quema innecesaria de alimentos y medicamentos destinados a venezolanos hambrientos y enfermos», dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Entre los sancionados figuran el comandante de la Guardia Nacional Bolivariana, mayor general Richard Jesús López Vargas; así como Jesús María Mantilla Oliveros, comandante de una unidad encargada por Maduro para reforzar la seguridad en la frontera con Brasil, dijo el Departamento del Tesoro.
Están afectados además los jefes de Defensa en los estados de Bolívar, fronterizo con Brasil, general Alberto Mirtiliano Bermúdez Valderrey; y Táchira, limítrofe con Colombia, José Leonardo Noroño Torres.
José Miguel Domínguez Ramírez, comisionado jefe de la Fuerza de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en Tachira; y al coronel Cristhiam Abelardo Morales Zambrano, director de la PNB en ese estado, también fueron alcanzados por las sanciones, que congelan cualquier activo que estas personas puedan tener en Estados Unidos, y les prohíbe toda transacción financiera con individuos o entidades estadounidenses.
– «Arma política» –
Maduro niega que haya una «emergencia humanitaria» y rechaza la asistencia por verla como el inicio de una invasión para derrocarlo, tras reiteradas afirmaciones de Trump de que no descarta el uso de la fuerza para forzar su partida.
Pero Rusia, aliado de Maduro, prometió el viernes ayuda «legítima».
«Esto ha adquirido un significado especial ahora que Venezuela está enfrentando un ataque frontal y una interferencia descarada en sus asuntos internos», dijo el ministro de Relaciones Exteriores ruso Sergei Lavrov, tras reunirse en Moscú con la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez.
Estados Unidos cree sin embargo que las fuerzas de Maduro convertirían la ayuda rusa en un «arma política» al proporcionarla solo a sus partidarios. «Obviamente, estamos a favor de brindar asistencia humanitaria a Venezuela; no estamos a favor de darla a este régimen corrupto», dijo el viernes Elliott Abrams, representante especial estadounidense en la crisis.
Lavrov dijo que espera que la presión internacional «enfríe a los exaltados de Washington» y reiteró las advertencias al gobierno de Donald Trump de no intervenir militarmente. Alegó que Estados Unidos planea comprar armas pequeñas, lanzadores de mortero y misiles antiaéreos que enviará desde un «país de Europa del Este» y colocará «cerca de Venezuela».
Una portavoz de la Unión Europea (UE) aseguró a AFP que el Grupo de Contacto Internacional (GCI) para Venezuela, creado para buscar una salida pacífica a la crisis en el país petrolero, explora cómo «entregar una ayuda despolitizada» y considera importante «trabajar con otros socios humanitarios internacionales, en particular la ONU».
– Regreso «seguro» –
Washington, que en los últimos tres años sancionó a decenas de funcionarios y exfuncionarios venezolanos y aplicó un embargo al crudo venezolano que empezará a regir el 28 de abril, también anunció el viernes la revocación de visas de «decenas más» de allegados a Maduro y sus familiares, dijo Abrams.
El emisario señaló además a periodistas que Estados Unidos y otros países están «muy preocupados» por el regreso «seguro» a Caracas de Guaidó, que según trascendidos podría ser el lunes.
«Ciertamente esperamos que pueda volver a casa a salvo», dijo, tras las amenazas de arresto.
Guaidó burló hace una semana una orden de prohibición de salida de su país emitida por la justicia afín a Maduro y éste ya advirtió que al volver deberá enfrentar a la justicia.
«Si fuera arrestado a su regreso, se vería una gran reacción por parte de los venezolanos y por parte de la comunidad internacional», advirtió Abrams.